PARÍS.
El primer ministro de Francia insistió el miércoles en que el repunte de infecciones por coronavirus en todo el país “no es motivo de pánico” y pidió a sus compatriotas que usen más las mascarillas, vuelvan al trabajo y a las escuelas y se “cultiven”.
Francia está reportando ahora más de 25 pruebas de virus positivas por cada 100.000 personas, frente a cinco por cada 100.000 de hace un mes. Los países vecinos exigen diversas cuarentenas para quienes llegan de Francia.
También ha habido un aumento pequeño pero constante en el número de enfermos con COVID-19 en cuidados intensivos, aunque la situación está lejos de los niveles de crisis que enfrentaron los hospitales en marzo y abril.
“No estamos bajando la guardia. El virus sigue allí”, dijo el miércoles el primer ministro Jean Castex a la radio France-Inter.
Aunque reconoció que usar mascarilla todo el tiempo es “un poco molesto”, Castex exhortó a quienes se quejan de la obligatoriedad de su uso “a que piensen en los demás, los trabajadores de los hospitales, los trabajadores médicos, las personas vulnerables… No porque usted se sienta invencible puede ir a contaminar a otros”.
A pesar de que aumentan los casos confirmados de virus, el primer ministro insistió en que Francia reanude su vida y evite “caer en una crisis económica y social que sería mucho más peligrosa que la crisis de salud”.
También instó a que la gente regrese con cuidado a museos, cines y otros sitios culturales, prometiendo 2.000 millones de euros para ayudar a la industria cultural francesa a sobrevivir ante la caída en sus ingresos. El dinero será parte de un paquete de recuperación económica de 100.000 millones de euros (118.000 millones de dólares) que se oficializará la semana próxima.
Más de 30.000 personas han muerto en Francia por el coronavirus.
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