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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, confirmó este jueves que en la operación antiterrorista realizada en el noroeste de Siria fue abatido el líder del Estado Islámico (EI), Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi.
“Anoche, bajo mi dirección, las fuerzas militares estadounidenses en el noroeste de Siria llevaron a cabo con éxito una operación antiterrorista (…) gracias a la habilidad y valentía de nuestras Fuerzas Armadas, logramos retirar del campo de batalla a Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi“, anunció Biden en un comunicado emitido por la Casa Blanca.
La redada tuvo como objetivo a Amir Muhammad Sa’id Abdal-Rahman al-Mawla, quien asumió como jefe del Estado Islámico el 31 de octubre de 2019, pocos días después de que el líder Abu Bakr al-Baghdadi muriera durante una operación militar estadounidense en esa misma área. Amir Muhammad también era conocido como Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi.
La misión fue exitosa. No hubo bajas estadounidenses”, dijo el secretario de prensa del Pentágono, John Kirby, en un breve comunicado.
En el comunicado, Biden dijo que ordenó la redada para “proteger al pueblo estadounidense y a nuestros aliados, y hacer del mundo un lugar más seguro”. El presidente realizará una declaración pública esta mañana.
La operación se produjo al tiempo que este grupo, también llamado ISIS, intentaba resurgir con una serie de ataques en la región, incluido un ataque de 10 días a fines del mes pasado para apoderarse de una prisión.
Las fuerzas especiales estadounidenses aterrizaron en helicópteros y asaltaron una casa en un rincón de Siria controlado por el Estado Islámico. El enfrentamiento duró aproximadamente dos horas, dijeron testigos.
Los residentes describieron disparos continuos y explosiones que sacudieron la ciudad de Atmeh, cerca de la frontera entre Siria y Turquía, un área de campamento para personas desplazadas de la guerra civil de Siria.
Los primeros en responder informaron que 13 personas habían muerto, incluidos seis niños y cuatro mujeres. La Defensa Civil Siria, dirigida por la oposición, fue la primera en informar este saldo.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, también dijo que el ataque mató a 13 personas, incluidos cuatro niños y dos mujeres. Ahmad Rahhal, un periodista ciudadano que visitó el sitio, informó haber visto 12 cuerpos.
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