EFE.
La decisión del Supremo estadounidense de extender la política Título 42 que expulsa de manera inmediata a migrantes por razones sanitarias levantó críticas y preocupación entre activistas e indocumentados en el norte de México que esperaban la eliminación de dicha norma para poder acceder al asilo en aquel país.
Para activistas que se continúe con esta política no es más que “una muestra más del racismo imperante en Estados Unidos”.
“(Es algo) que no me sorprende, aunque es indignante, porque están reciclando una política que a todas luces tiene un sentido electorero”, dijo a EFE la activista Judith Cabrera, codirectora del albergue Border Line Crisis.
El pastor Albert Rivera Colon, director del albergue Ágape Misión Mundial, dijo que “el Gobierno de Estados Unidos no quiere atender una problemática que ellos mismos han provocado”.
Ambos activistas auguran que cuando se abran las fronteras será un desafío recibir a todas las personas que decidan llegar a la frontera, “pero es un reto que se tiene que enfrentar y sobre todo, se tiene que superar”, dijo Rivera.
Finalmente, Cabrera aseveró que “aferrarse a esta ley que ya no tienen ningún uso es terriblemente racista”.
Activistas en Monterrey, coincidieron en que esta medida es discriminatoria y xenófoba, ya que surgió como una medida para contener la contingencia sanitaria en sus momentos más álgidos por el expresidente Donald Trump.
“Entonces ahorita para empezar que el Título se ha mantenido, se ha sostenido, a mí me parece sumamente discriminatorio y xenófobo”, aseguró en entrevista con EFE, Katia Cavazos, licencia en psicología y fundadora de Realidad Migrante NL.
Recordó que fue el propio presidente Biden, quien pidió terminar dicha política migratoria, por lo que dijo era común que la gente saliera de sus países y se acercara a la frontera norte mexicana
Violación a ley de asilo
Francisco Javier Calvillo, director de la Casa de Migrantes de la fronteriza Ciudad Juárez, Chihuahua, señaló que mantener la política de Título 42 es “una violación a la ley de asilo político. Yo creo que es una violación a los derechos humanos”.
Y es que miles de migrantes se mantienen en esta ciudad aguardando la oportunidad de obtener el asilo en Estados Unidos y su preocupación es enfrentar la inseguridad, el maltrato de autoridades, el frío y la búsqueda de trabajo para poder sobrevivir, lo que muchas veces es complicado por no contar con papeles ni permisos para laborar en el país.
Lanzarse al río Bravo
La desesperación invade a los siete mil migrantes que se encuentran concentrados en Matamoros, ciudad que colinda con Brownsville, Texas, que no saben si esperar o lanzarse al río Bravo y presionar su ingreso Estados Unidos.
“Ahora con lo del Título 42 seguiremos esperando quién sabe cuánto tiempo más. Esa es la preocupación que tenemos mucha gente acá que está inscrita en los procesos (de asilo) que estamos en el puente y ahora no sabemos para cuándo nos van a llamar”, dijo a EFE la venezolana, Vanesa Fernández.
Mencionó que este miércoles estaban contemplando lanzarse al río Bravo para entregarse a las autoridades americanas, pero su esposo amaneció enfermo, por lo que desistió.
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