Expertos alertan por el déficit público de México previsto para 2024: será el más alto desde 1988.



Reuters.

El plan del gobierno de México de incrementar el déficit público para 2024 a su mayor nivel en más de tres décadas, podría ejercer presión sobre las finanzas públicas de la segunda mayor economía de Latinoamérica y, eventualmente, amenazar su solvencia crediticia, coincidieron analistas.

En su proyecto de presupuesto presentado el viernes, el gobierno pronosticó que el déficit se ampliaría el próximo año a un 4.9% del Producto Interno Bruto (PIB) desde el 3.3% de este año, mientras el país se prepara para elegir un sucesor del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Gran parte del gasto adicional cubrirá mayores desembolsos en programas sociales y financiamiento para los proyectos emblemáticos de infraestructura del mandatario, en particular, el Tren Maya.

López Obrador ha mantenido el gasto bajo control reduciendo partes del Estado que considera superfluas y restringiendo los salarios del sector público, pero está aflojando las restricciones de cara a las elecciones de junio de 2024. Claudia Sheinbaum, exalcaldesa de Ciudad de México, fue escogida la semana pasada como candidata para sucederlo y continuar con sus políticas.

“Es un presupuesto muy electoral“, dijo la panista Patricia Terrazas, miembro de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados.

Los datos históricos muestran que el déficit presupuestario proyectado será el más alto desde 1988.

Para el subdirector de Análisis Económico de CIBanco, James Salazar, el anuncio del viernes ya dejaba ver consecuencias en el aumento de los principales bonos mexicanos.

El rendimiento del bono a 10 años de México aumentó 17 puntos base el lunes a un 9.79%, mientras que el papel 20 años aumentó 18 puntos base hasta alcanzar el 9.80%.

“Esta subida se puede justificar como un ajuste al mayor déficit porque, a fin de cuentas, tienes que subir impuestos o bajar gastos en determinado momento y esto pudiera pegarle a la actividad económica. Puede ser visto como un ligero incremento del riesgo país“, opinó Salazar.

Aun así, el peso se fortaleció más de un 1.6% frente al dólar, rompiendo con una racha consecutiva de siete jornadas de pérdidas.

Con la tasa de interés de referencia del banco central en 11.25%, el gobierno mexicano ya está teniendo que pagar más para emitir deuda y el rendimiento de su bono a 10 años con vencimiento en mayo de 2031 ha aumentado 100 puntos básicos desde el 21 de julio, según datos de Eikon de LSEG.

El banco central mexicano, Banxico, subió las tasas en un intento por contener un aumento en las presiones sobre los precios y, si bien la inflación está por debajo del 5%, sigue muy por encima del objetivo del banco central del 3%.

Los mayores planes de gasto gubernamental deberían impulsar a la segunda economía más grande de América Latina, que ha superado las previsiones este año, mejorando las perspectivas para 2024.

Sin embargo, también podría alentar el proceso de controlar la inflación y, por tanto, mantener las tasas altas por más tiempo, dijo Alberto Ramos, economista de Goldman Sachs.

“A partir de esta base expansiva, los desvíos fiscales (que llevarían a un déficit presupuestario de alrededor del 6% del PIB) podrían provocar rebajas de calificación soberana, en particular si el crecimiento se desacelera visiblemente”, dijo.

Aunque algunos economistas son más optimistas.

Raúl Feliz, economista del grupo de expertos CIDE en Ciudad de México, dijo que debido a que México, a diferencia de muchos países, había mantenido el gasto bajo durante la pandemia de Covid-19, ahora tenía cierto margen fiscal para maniobrar durante el año electoral.

No es tan preocupante, francamente”, sostuvo.

También señaló que dado que el déficit de cuenta corriente de México es actualmente considerablemente menor que la inversión extranjera directa, había un conjunto de demanda sin explotar en la economía que el gobierno podría compensar temporalmente mediante un mayor gasto.

Pero tarde o temprano tendría que controlar el gasto y muy probablemente necesitaría promulgar una reforma fiscal en el próximo gobierno para hacerlo de manera sostenible, argumentó Feliz.

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