La Administración de Control de Drogas (DEA, en inglés) destituyó discretamente a su director regional en México en 2021, Nicholas Palmeri, por su relación con abogados de narcotraficantes, un final vergonzoso para una gestión breve, marcada por el deterioro en la cooperación entre ambos países y un flujo récord de cocaína, heroína y fentanilo hacia Estados Unidos.
La socialización entre un alto funcionario de la DEA y abogados famosos por defender narcotraficantes provocó críticas en ambos lados de la frontera, en medio de las crecientes conductas ilegales que afectan a la principal agencia de Estados Unidos para el combate a las drogas.
“El puesto de director regional en México es el más importante de las operaciones extranjeras de la DEA, y cuando ocurre algo como esto, es problemático”, dijo el exjefe de operaciones internacionales de la agencia, Mike Vigil.
Por su parte, Palmeri, que estaba encargado de las operaciones de la DEA en México y Centroamérica, rechazó las acusaciones en declaraciones a The Washington Post y aseguró que su “jubilación forzosa” obedece entre otras cosas a una “venganza personal” por parte de otro funcionario de la agenda, al que no nombró.
Esta semana, la Oficina del Inspector General del Departamento de Justicia, un órgano encargado de supervisar a la DEA, publicó un informe en el que ofrece detalles de una investigación a un director regional de la agencia.
El director regional no aparece identificado en ese reporte, pero Palmeri dijo posteriormente a The Washington Post que se trata de él. Según las acusaciones en el reporte usó fondos de la agencia para comprar “artículos no permitidos” e intentó que la DEA le reembolsara los gastos de una fiesta que dio para celebrar su cumpleaños.
Sin embargo, de manera paralela, la DEA abrió otra investigación sobre si Palmeri había tenido relaciones inapropiadas con abogados de narcotraficantes, dijeron a The Washington Post funcionarios y exfuncionarios con conocimiento de esas pesquisas.
“Es aún más crucial debido al deterioro en la situación con México (…) Si no tenemos un director o agente regional fuerte a cargo allí, eso va en contra de las operaciones generales de la agencia porque todo transita a través de México, ya sea que provenga de Colombia o el fentanilo que fluye desde China. No se puede tomar a la ligera”, agregó el exdirector del Centro de Inteligencia de El Paso, perteneciente a la DEA, Phil Jordan.
Este es el segundo caso en los últimos meses que arroja luz sobre las interacciones cordiales entre funcionarios de la DEA y abogados de Miami que representan a algunos de los mayores narcotraficantes y lavadores de dinero de Latinoamérica.
Con información de EFE y AP.