Washington, D.C.
La Secretaría de Relaciones Exteriores está trabajando para cerrar parcialmente la frontera con Estados Unidos como medida para controlar la expansión del coronavirus en ambos países. El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, propuso que el cierre de fronteras no afecte la actividad económica ni al trabajo.
Luego de revelarse que el gobierno de Donald Trump planea un cierre de frontera como el que aplica con Canadá, Ebrard tuiteó que conversó con su par estadounidense, Mike Pompeo. “Le propuse que las medidas para evitar la propagación del Covid-19 no paralicen la actividad económica y la frontera continúe abierta al comercio y al trabajo. Encontré buena disposición. Mañana [por hoy, viernes] informaré detalle de avances”.
Después, el Departamento estadounidense de Estado informó que el secretario Mike Pompeo habló con Ebrard “sobre la coordinación de un plan para restringir los viajes no esenciales a través de nuestra frontera compartida en respuesta a la pandemia del Covid-19″.
De acuerdo con el comunicado, ambos líderes hablaron “de la importancia de crear una estrategia norteamericana uniforme para reducir los riesgos de salud pública para nuestras comunidades y resolver de manera más eficaz y conjuntamente los crecientes desafíos. También hablaron sobre formas de reducir el impacto adverso que la crisis por el Covid-19 está teniendo en la economía y priorizar el continuo comercio e intercambio transfronterizo esencial”.
En la conferencia matinal de este jueves, el presidente Andrés Manuel López Obrador insinuaba ya que se podía llevar a cabo un plan de ese calibre, al decir que en las pláticas con Washington “se acordó tomar medidas conjuntas” para paliar los efectos de la pandemia del Covid-19.
El presidente informó entonces que el secretario de Relaciones Exteriores tenía una reunión con funcionarios estadounidenses para tratar el tema.
La negociación es especialmente complicada y específica en los detalles, dado el volumen de cruces fronterizos que se realizan al día (cerca de un millón).
La acción conjunta sería muy parecida a la que la Casa Blanca pactó con Canadá el miércoles y que, a la espera de los últimos ajustes, se espera que empiece a implementarse hoy, prohibiendo los cruces “no esenciales” (turismo y ocio, básicamente) y sin afectar el intercambio comercial.
De concretarse, es un giro de 180 grados a la posición que Trump expresó el miércoles 18, cuando aseguró que no tenía intención de actuar sobre la frontera con México. “No cerramos, pero vamos a invocar una provisión concreta que nos permitirá mayor libertad sobre qué hacemos”, dijo. Con esa “provisión” se entendía que aplicaría una medida para expulsar de inmediato y sin debido proceso a solicitantes de asilo e inmigrantes indocumentados que cruzaran a territorio estadounidense, una idea que sigue sobre la mesa.
.