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Los desastres naturales costosos se acumularon el año pasado en Estados Unidos, castigando al país con 18 eventos de clima extremo que superaron los mil millones de dólares en daños cada uno, para un total de más de 165 mil millones, calcularon el martes científicos climáticos del gobierno federal.
Aunque 2022 no estuvo cerca de alcanzar las temperaturas más altas registradas en Estados Unidos, sí fue el tercer año tanto en número de eventos extremos que rebasaron los mil millones de dólares en daños como en costo total por catástrofes naturales, informó la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) en un reporte dado a conocer en la conferencia de la Sociedad Meteorológica Estadounidense.
La cantidad, el costo y el número de víctimas de estos eventos de clima extremo representan una estimación clave, ajustada a la inflación, que utiliza la NOAA para ver el deterioro del cambio climático provocado por el ser humano. Estos desastres extremos causaron al menos 474 decesos en 2022.
“La gente está viendo los impactos de un cambio en el sistema climático donde viven, trabajan y juegan de forma habitual”, dijo el administrador de la NOAA, Rick Spinrad, en una conferencia de prensa el martes. “Con un clima cambiante, prepárense. Se prevén más eventos extremos”.
El huracán “Ian”, la sequía más costosa en una década y una tormenta invernal prenavideña llevaron los daños en el año a su cifra más elevada desde 2017.
Los únicos dos años con costos más altos fueron 2017 — cuando tocaron tierra los huracanes “Harvey”, “Irma” y “María” — y el desastroso 2005, en el que varios huracanes, encabezados por “Katrina”, vapulearon el sureste del país, indicaron los meteorólogos federales. Los únicos dos años con mayor cantidad de desastres con daños por encima de los mil millones de dólares fueron 2020 y 2021.