08 de marzo, 2021
Con el propósito de aprovechar los desechos de bovinos, principalmente en sistemas de producción de leche, José Luis Hernández Moreno, estudiante de la Unidad Académica Multidisciplinaria Reynosa Aztlán (UAMRA) de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), propuso el diseño de un nuevo modelo de biodigestor para convertir el estiércol en biogás.
El estudiante de la Maestría en Ciencias y Tecnología de los Alimentos, explicó que el trabajo corresponde a su tesis “Diseño de un biodigestor para el aprovechamiento de estiércol bovino en software de simulación Superpro Designer”, que es dirigida por el Dr. Rubén Santiago Adame, mediante el cual pretende desarrollar un prototipo de bajo costo que coadyuve a generar energía a partir de desechos, que sin tratamiento, pueden ser un serio problema ambiental.
“Vamos a diseñar un biodigestor al estilo domo fijo de plástico. Lo que hicimos en la tesis fue diseñar el biodigestor, utilizamos una metodología confeccionada por Bernardo Campos Cuní, perteneciente al grupo de energía del Instituto de Investigaciones de Ingeniería Agrícola”, indicó.
Explicó que los datos se capturaron en el programa informático Superpro Desiner, para hacer una simulación del rendimiento del prototipo. Posteriormente, asentó que procede la fase de desarrollar el biodigestor y probarlo de manera experimental.
Dijo que el proyecto busca aportar a las metas de reducir los gases de efecto invernadero, y se determinó el biodigestor, debido a que entre los principales factores del aumento de estos gases es la actividad agrícola.
“En México los sistemas de producción de leche son los que más contaminan, debido a la fermentación de los desechos que generan. Y se genera algo que se llama biogás, que si bien, es una fuente contaminante a la atmosfera, también puede ser utilizado como potencial energético, aprovechando la tecnología de la digestión por medio de plantas o biodigestores”, explicó.
Describió también que un biodigestor, es un reactor cerrado, hermético e impermeable, en el cual es depositado material orgánico mezclado con agua para su descomposición, del que se obtiene como producto gas metano y fertilizantes orgánicos, ricos en nitrógeno, fosforo y potasio.
“Está compuesto por un tanque de digestión, una laguna de compensación, un registro de carga y un conducto de carga. Existen muchos tipos de biodigestores, pero cuatro son los más utilizados”, apuntó.
Subrayó que las actividades antropogénicas, entre las que se encuentra la producción agropecuaria, han afectado de manera drástica las concentraciones presentes de gases invernadero sobre la superficie de la tierra, aumentando la presencia de gases como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (NO2).
“La producción de leche por ganado vacuno es de las principales actividades con una alta capacidad emisora de gases invernadero, por eso el uso de la digestión anaeróbica para extraer el metano de los deshechos animales reduce potencialmente la emisión de gases, además del consumo de combustibles fósiles, la contaminación de suelo y mantos freáticos por materia orgánica de origen animal”, asentó.
“La producción de biogás, es también considerada una tecnología limpia y con potencial de ingresos económicos para los ganaderos, debido a su origen espontáneo”, puntualizó.
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