España mira a clubes y playas ante el repunte del virus



BARCELONA.

Clubes nocturnos, bares y playas -algunos de los lugares más apreciados de España durante el verano- afrontaban nuevas restricciones tras convertirse en focos de infección del nuevo coronavirus.

La región nororiental de Cataluña acoge ahora dos de los brotes más preocupantes de España, lo que ha hecho que las autoridades en Barcelona y en una zona agrícola de interior en torno a Lleida endurezcan las restricciones levantadas hace apenas un mes, cuando España controló su devastadora oleada de contagios.

Gran Bretaña ha vuelto a colocar a España en su lista de destinos no seguros, y el sábado anunció que los viajeros llegados a Gran Bretaña desde España deben ahora hacer una cuarentena de 14 días. Noruega también ordenó una cuarentena de 10 días para los regresados de la Península Ibérica.

Francia y Bélgica mientras tanto, recomendaron a sus viajeros que cancelaran sus planes de pasar las vacaciones de verano en Barcelona y sus playas cercanas, donde se han registrado aglomeraciones que impedían el distanciamiento social. La policía tuvo que intervenir para controlar el de bañistas en las playas.

Las autoridades españolas y catalanas intentaron transmitir un mensaje de calma.

España es un país seguro”, dijo la ministra española de Exteriores, Arancha González Laya. “España, como cualquier otro país del mundo que haya logrado controlar el COVID, trabaja para aparecen, rastrear a sus contactos y asegurarse de que los tratamos, los separamos, para que el resto del país pueda seguir con su vida y la economía pueda continuar y los turistas puedan seguir disfrutando de España“.

Cataluña ordenó el cierre durante 15 días de los locales de ocio nocturno y el viernes por la noche impuso un toque de queda a medianoche para los bares en Barcelona y Lleida, horas después de que el primer ministro de Francia, Jean Castex, instara a los franceses a no visitar Cataluña debido al aumento de los contagios.

Francia también intenta frenar un auge de los casos nuevos, pero al parecer ve también riesgo en importar infecciones de España.

“Somos conscientes de que las medidas son duras”, dijo el jefe de salud pública de Cataluña, Josep Maria Argimon. “Pedimos máxima responsabilidad de la ciudadanía, para que las medidas duren lo menos posible (…) si vemos que el crecimiento de casos es exponencial, la manera de cortarlo es limitando la movilidad de manera parcial”.

Varios alcaldes dijeron que los cierres deberían haberse ordenado días antes.

“Las medidas llegan tarde, pero ya han sido tomadas, y los demás alcaldes y yo pensamos que son las correctas”, dijo la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, antes de pedir a la policía regional catalana que ayude a la policía municipal a hacer cumplir el toque de queda y los cierres.

España reportó más de 900 contagios diarios el jueves y el viernes, cuando las autoridades advirtieron de que el país, donde murieron al menos 28.400 personas antes de controlar la primera oleada podría afrontar el inicio de un segundo gran brote.

Las autoridades sanitarias españolas advirtieron de una posible segunda oleada del virus, que los expertos habían estimado que podría producirse tras el verano.

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