Las autoridades de Estados Unidos enviaron personal militar a hospitales inundados de enfermos de coronavirus en Texas y California, mientras en Miami las autoridades impusieron la obligación de usar mascarillas.
En California, personal médico, de enfermería y especialistas fueron a ocho hospitales escasos de personal donde se están batiendo récords de contagios. En Houston, un equipo médico de 86 efectivos se hizo cargo de un ala del hospital United Memorial Medical Center.
Texas reportó 10.000 casos por tercer día consecutivo el jueves y 129 muertes adicionales. Por su parte, California batió su récord diario con 20.000 casos, además de 258 muertes en 48 horas. Hay más de 8.000 personas hospitalizadas con coronavirus confirmado o sospechoso.
En todo el sur del país se multiplicaban las señales de que el virus estaba a punto de superar la capacidad de respuesta de los estados. La oficina médica forense de Phoenix ha obtenido cámaras refrigeradoras portátiles para conservar los cadáveres, algo parecido a lo que sucedió en la ciudad de Nueva York durante el pico de la pandemia.
En el condado Miami-Dade de Florida, la comisión municipal aprobó una orden de emergencia que autoriza a inspectores de bomberos a multar con 100 dólares a individuos y 500 dólares a los negocios que no cumplan con la orden de usar mascarillas y mantener el distanciamiento social. La policía ya estaba autorizada a hacerlo.
“Vamos a mandar a mucha más gente a las calles”, dijo el alcalde Carlos Giménez. “Nuestra gente va a estar en todas partes”.
Giménez dijo que poca gente, en particular los jóvenes, cumplen con las normas de la “nueva normalidad”, y que por eso se necesitan más herramientas para imponerlas.
En Miami-Dade, el condado más poblado de Florida y actual epicentro del brote, se registraron más de 3.100 casos nuevos el jueves. Por su parte, el estado batió otro récord ominoso con 156 muertes y 13.965 casos.
Al menos 25 de los 50 estados han aprobado la obligación de cubrirse el rostro con la mascarilla u otro medio.
Pero el gobernador de Georgia, Brian Kemp, ha prohibido a las ciudades y condados obligar al uso de la mascarilla. El jueves por la noche demandó a la municipalidad de Atlanta por violar su orden, pero la alcaldesa Keisha Lance Bottoms dijo que estaba dispuesta a defender su ordenanza municipal ante los tribunales.
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