Los integrantes de una nueva caravana migrante ingresaron a México este fin de semana, como parte de otra oleada de centroamericanos que en esta ocasión suma cerca de dos mil personas.
Una parte del contingente -sobre todo niños y mujeres- decidió permanecer en el parque de Tapachula porque están cansados y ampollados, por lo que van a esperar, según ellos, a otra caravana que entraría a México entre el domingo y el lunes próximo.
Los demás migrantes, hondureños en su mayoría, salieron caminando hacia Huixtla, aunque algunos se regresaron a Tapachula luego de caminar algunos kilómetros.
Dinora Ortiz dijo que decidió permanecer en el parque de esta ciudad, “porque los que salieron no llevan niños y van arriados (rápido), no nos esperan, nos dejan botados”.
Agregó que “algunas mujeres con niños se fueron, pero yo estoy mal del tobillo y llevo tres niños, por lo que preferí quedarme, pero mañana nos vamos; nos dijeron que viene otra caravana. Aquí nos quedamos como 600 y se fueron más de mil”.
En entrevista aseguró que a ella no le interesa quedarse en México a trabajar, sino llegar a Estados Unidos con sus hijos de 15, 7 y 5 años de edad, porque “es la única forma de salir adelante y mantenerlos”.
Señaló que el gobierno mexicano “nos ha tratado de manera excelente porque no nos ha corrido ni detenido, sino que nos ha dado el paso libre y dado refugio, pero a mí no me interesa quedarme a trabajar aquí, sino que me den paso hasta la frontera norte y ahí nos la arreglamos nosotros”.
Fuentes de la parroquia de Huixtla informaron que los centroamericanos llegaron en el transcurso del día a ese lugar.
De los aproximadamente 500 que se quedaron en Tapachula, alrededor de cien regresaron durante el día a Ciudad Hidalgo, situada en la frontera, para solicitar la llamada Tarjeta del Visitante por razones humanitarias, que en un lapso de cinco días les entregará el Instituto Nacional de Migración (INM), luego de analizar cada caso.
El resto permanecía la noche de este sábado en el parque central de Tapachula, en espera de nuevos grupos para continuar juntos hacia el norte del país, pues no tienen intenciones de registrarse ante el INM.
“Este es un programa para que México cumpla con la propia legislación con respecto a migrantes extranjeros”, subrayó, al tiempo de agregar que la estrategia de atención implementada en la frontera con motivo de las caravanas es muestra de la nueva política migratoria del gobierno federal.
En el puente internacional Rodolfo Robles permanecían cientos de personas esperando ser atendidas para solicitar la tarjeta migratoria. Cientos más habían realizado el trámite durante el día y permanecían en las instalaciones del puerto fronterizo, donde autoridades de Protección Civil acomodaron a unos 500 migrantes.
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