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Greg Abbott, gobernador de Texas, busca que los niños migrantes no tengan acceso a la educación en las escuelas públicas.
En Texas no se rastrea el estatus migratorio o de ciudadanía de los estudiantes, por lo que no se tiene una cifra de cuántos niños migrantes están matriculados.
Sin embargo, el gasto mínimo por estudiante es de 6 mil 160 dólares, según Texas Tribune.
Abbott aseguró que los estados necesitan tener la capacidad de aplicar sus propias políticas migratorias. De lo contrario que el gobierno federal pague los costos de la educación a los niños migrantes.
Para el gobernador de Texas, esas decisiones violan la Constitución de los Estados Unidos, ya que el gobierno federal no puede apoderarse de un empleado estatal o presupuesto para promulgar una política federal.
Texas y su postura contra los niños migrantes
Greg Abbott enfatizó que la migración actual es “diferente” a la que había hace 40 años, ya que había niños migrantes provenientes de hasta 105 países diferentes.
“¿Quién tiene ese nivel de experiencia en el que podemos encontrar maestros que conocen toda esta multitud de idiomas diferentes en los que podríamos educar a los niños y pensar cuánto costaría eso?”, se cuestionó.
Hace tiempo, Texas demandó al gobierno federal por tener que incurrir en los costos del programa educativo. En ese momento, la Suprema Corte falló en contra del estado.
“Creo que resucitaremos ese caso y retaremos este tema nuevamente porque los gastos son extraordinarios y los tiempos son diferentes”, afirmó Abbott.
A través de ese caso, en 1982, la Suprema Corte revocó una ley estatal de Texas que negaba la financiación de la educación de niños migrantes indocumentados. Además, se eliminó el intento de un distrito escolar de Texas de cobrar una cuota de matrícula anual de mil dólares por cada estudiante indocumentado con el fin de compensar la pérdida de fondos estatales.