BEIJING (AP) — El embajador de Estados Unidos ante China dijo el miércoles que no cree que Beijing esté bloqueando de forma deliberada las exportaciones de máscaras y otro material médico necesario para combatir el nuevo coronavirus, y que un reciente envío de 1.200 toneladas de material no habría sido posible sin apoyo chino.
El embajador Terry Branstad también dijo que Estados Unidos tiene reparos por la gestión inicial de China ante el brote viral en la ciudad de Wuhan, en el centro del país, pero que esas cuestiones deben abordarse cuando la pandemia se haya controlado.
“Vamos a centrarnos en salvar vidas y ayudar a la gente”, dijo Branstad a un pequeño grupo de periodistas.
Se cree que las autoridades chinas demoraron hacer público el alcance del brote durante varios días cruciales en enero por motivos políticos, lo que permitió que el virus se extendiera más.
China lo ha negado con rotundidad pese a los firmes indicios, afirmando que ha proporcionado información precisa y oportuna en todo momento.
Pese a trabajar con la mitad de su personal habitual, diplomáticos estadounidenses y empleados locales en China pudieron facilitar 21 vuelos de suministros en nombre de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias de Estados Unidos (FEMA, por sus siglas en inglés), así como varios vuelos arrendados privados, señaló Branstad.
Aunque la provisión se suministros ha bajado de ritmo, señaló, parecía deberse a un endurecimiento de los estándares de calidad en China tras las quejas de que estaba enviando material defectuoso al extranjero.
“Hemos podido resolver varios problemas. Solo intentamos buscar una forma funcional de hacerlo”, dijo Branstad, añadiendo que una conversación telefónica que mantuvieron el 27 de marzo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, había sido “de mucha ayuda”.
Los envíos a Estados Unidos comenzaron al bajar la demanda en China de esos artículos en las últimas semanas, cuando descendió de forma brusca el número de casos nuevos del virus y empezó a crecer la cantidad de pacientes recuperados y dados de alta de los hospitales.
China reportó 46 nuevos casos el miércoles, 36 de ellos llegados del extranjero. De los 10 casos internos, ocho estaban en la provincia de Heilongjiang, que hace frontera con Rusia. Las autoridades de la región están tratando de frenar un nuevo foco de infecciones entre personas que regresaban a China.
El gobierno dijo que casi 1.100 personas estaban en cuarentena como casos sospechosos o por haber dado positivo en el virus sin mostrar síntomas. China dice haber documentado un total de 3.342 fallecidos de 82.295 casos.
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