De Clarin.
El magnate Elon Musk, ya propietario único de Twitter, anunció este viernes como primera medida al frente de la plataforma que creará un “consejo de moderación de contenidos” que incluirá “puntos de vista ampliamente diversos”.
Musk, que ha elegido su propia cuenta de Twitter para comunicar algunas de sus intenciones, señala en su último tuit que “mientras ese consejo no se reúna, no habrá mayores decisiones sobre contenidos ni restablecimientos de cuentas”.
Con esa última frase, Musk parece referirse a todos aquellos que han visto sus cuentas bloqueadas en los últimos años por violar las políticas de contenido de la red, mayormente por publicar mensajes de odio o escribir insultos en sus cuentas.
La cuenta más prominente de las bloqueadas ha sido la del expresidente estadounidense Donald Trump, bloqueado en Twitter y en otras redes sociales como Facebook tras el asalto al Capitolio en enero de 2021, al considerar que había instigado desde su cuenta a sus seguidores para protagonizar aquellos hechos violentos.
Este mismo viernes, el propio Trump saludó la toma de control de Twitter por parte de Musk al publicar en su red social Truth que se sentía “feliz porque Twitter está ahora en manos (de personas) cuerdas”, pero no aclaró si tenía intención de regresar como usuario a una red de la que llegó a hacer un uso casi compulsivo.
El viernes por la tarde, Musk aún no había confirmado, ni mediante tuits ni de ningún otro modo, el despido de la plana mayor de Twitter, un hecho confirmado por varios de los grandes medios estadounidenses.
Las primeras horas de Elon Musk al frente de Twitter
El pájaro es libre”, tuiteó Musk el jueves por la noche en un guiño al icónico logotipo de Twitter, al concluir la compra de la compañía por 44.000 millones de dólares después de meses de incertidumbre y especulación.
Musk, quien se presentó como un adalid de la libertad de expresión, dijo el jueves que es “importante para el futuro de la civilización tener una plaza pública en línea donde una gran variedad de opiniones puedan debatirse de manera saludable, sin recurrir a la violencia”.
Pero advirtió que Twitter no puede convertirse en una plataforma “infernal” donde todos puedan decir cualquier cosa sin consecuencias.
Entre las primeras medidas de Musk en el poder el jueves estuvo el despido del CEO de Twitter, Parag Agrawal, y otros altos ejecutivos.
El reemplazante de Jack Dorsey en la compañía, Agrawal, había ido a los tribunales para obligar a Musk a cumplir los términos del acuerdo de compra y la adquisición se produjo justo antes de la fecha límite impuesta por el juez. De hecho, el sudafricano tenía hasta este viernes para concluir la compra, de lo contrario se habría celebrado un juicio en noviembre.
Musk, que echó mano a su propio dinero, a fondos de inversionistas y a préstamos bancarios para hacerse con Twitter, admitió que está pagando de más por una empresa que regularmente registra pérdidas asombrosas.
Twitter dice tener 238 millones de usuarios activos, muy poco comparado con los 2.000 millones de Facebook, pero nunca pudo monetizar el contenido de la misma manera que sus rivales.
Sin embargo, Twitter tiene una gran influencia en el debate público porque es la plataforma favorita de muchas empresas, políticos, periodistas y otras figuras públicas.
Hasta el momento no está claro cuál podría ser el papel de Elon Musk al mando de Twitter, aunque informes no confirmados sugirieron que podría convertirse en director ejecutivo interino.
Musk intentó varias veces dar marcha atrás en el negocio después de que se aceptara su oferta no solicitada en abril, acusando a Twitter de engañarlo sobre la cantidad de cuentas “bot”, básicamente, perfiles alimentadas por inteligencia artificial y no por usuarios reales.
Twitter desestimó sus afirmaciones y lo acusó de inventar excusas, y finalmente presentó una demanda para obligarlo a cumplir el acuerdo.
Con un juicio a la vista, el multimillonario reactivó su plan de adquisición.
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