El proceso de reunificación familiar al que han tenido acceso los cubanos y haitianos durante varios años acaba de ser actualizado por el gobierno estadounidense con el fin de “modernizar” los pasos por los que deben pasar los beneficiarios, según anunció el jueves el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés).
El caso de los Cubanos
A diferencia de otras nacionalidades que también reciben un parole a través de reunificación familiar, los cubanos son elegibles para recibir la residencia permanente en EEUU un año después de su llegada gracias a la Ley de Ajuste Cubano. Es decir, no deben esperar a que su visa de inmigrante esté disponible.
“USCIS ha tenido una capacidad limitada para realizar entrevistas debido a restricciones operativas en Cuba. Específicamente, mientras Estado y USCIS están trabajando para reanudar por completo las operaciones en La Habana, estos esfuerzos están tardando en realizarse por completo, razón por la cual el DHS está implementando estos cambios operativos”, apuntó Seguridad Nacional.
Así entonces, el primer paso sería recibir la invitación por parte de Estado. Luego, el familiar en EEUU debe llenar el Formulario I-134 para demostrar ingresos en el país. En el tercer paso, los beneficiarios deberán someter la información requerida en la cuenta de USCIS creada para el proceso.
Luego de confirmar la información, el beneficiario recibirá acceso a la aplicación CBP One para ingresar su información biográfica y una foto. Finalmente, recibirá una decisión por parte de USCIS sobre la autorización de viajar a EEUU.
El “parole” a través de reunificación familiar para cubanos se estableció en 2007 a través del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EEUU (USCIS, por sus siglas en inglés) como parte de los acuerdos de migración establecidos entre ambos países en 1995.
Las comunidades cubana y haitiana en la Florida han crecido rápidamente desde que la pandemia de COVID-19 y agudizó las crisis que viven las dos naciones caribeñas. En paralelo, Haití atraviesa por una de sus peores situaciones de violencia en décadas.
Los dos países han registrado éxodos récord a EEUU en estos dos últimos años, en los que también han aumentado las salidas por mar en números no vistos en el último quinquenio.