Texas Tribune.
Un proyecto de ley que prohíbe a los estudiantes K-12 de Texas usar teléfonos celulares en la escuela se dirige al escritorio del gobernador Greg Abbott , y los distritos escolares locales decidirán cómo se aplicará la nueva regla.
El Proyecto de Ley de la Cámara de Representantes 1481 , presentado por la representante Caroline Fairly de Amarillo, busca restringir el uso de dispositivos personales de comunicación inalámbrica en las escuelas primarias y secundarias. El Senado de Texas lo aprobó por unanimidad el domingo. También recibió un apoyo abrumador en la Cámara de Representantes, que votó 136 a 10 a favor en abril.
Según el proyecto de ley, los estudiantes no podrán usar sus teléfonos celulares durante la jornada escolar. Los distritos escolares decidirán dónde pueden guardarlos, como fundas de seguridad, casilleros, estaciones de carga o mochilas. La política también exige que las escuelas implementen medidas disciplinarias para los estudiantes que infrinjan las normas, incluyendo la posibilidad de confiscar sus teléfonos. Los estudiantes que necesiten sus teléfonos por razones médicas o de seguridad podrán conservarlos.
Si el gobernador lo firma, el proyecto de ley entrará en vigor el 1 de septiembre. Texas se uniría a varios otros estados que ya aplican políticas similares, como California, Florida, Minnesota, Indiana, Ohio, Arkansas, Luisiana, Virginia y Carolina del Sur. Otros 26 estados han propuesto prohibiciones, y algunos distritos escolares de Texas ya han implementado la política.
Quienes apoyan la prohibición argumentan que los teléfonos celulares son una distracción importante en el aula y pueden perjudicar la salud mental de los estudiantes. Las investigaciones respaldan esta afirmación, indicando que el uso excesivo del teléfono puede afectar la capacidad de los estudiantes para concentrarse y participar en clase.
Fairly, la única miembro de la Generación Z en la Cámara de Representantes de Texas, dijo que entiende de primera mano el impacto negativo de las redes sociales en los estudiantes.
“Cuando vemos lo que se promueve en las redes sociales y la distracción que causa en el aula, es necesario que nuestro gobierno apoye a nuestros educadores”, dijo a The Texas Tribune en marzo.
Otro argumento común a favor del proyecto de ley es su potencial para reducir el acoso escolar. Según Pew Research, el 44 % de los padres de alumnos de primaria y secundaria que apoyan la prohibición citan la disminución del ciberacoso como una de las principales razones.
A los críticos les preocupa que la prohibición de los teléfonos dificulte la comunicación de los padres con sus hijos durante la jornada escolar. Otros se preocupan por la seguridad de los estudiantes, argumentando que, en caso de emergencia, deberían poder acceder a sus teléfonos para pedir ayuda.
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