EL JURADO.



Hoy vamos a hablar de las ventajas de tener un jurado al decidir nuestro caso civil. Hablaremos de por que es importante pagar veinte y cuatro dólares y pedir un jurado cuando vayamos a disputar un caso en JP Court o corte de Juez de la Paz?  Que nos conviene mas, dejar que el juez decida el caso o dejar que un jurado decida el caso si estamos en corte con un Juez de la Paz?

Aquí hay que aclarar que si el fiscal esta promoviendo un caso criminal en nuestra contra en JP Court (corte de juez de paz) nuestro derecho constitucional a un jurado es automático.  En casos penales, automáticamente, tenemos derecho a que un jurado decida nuestra culpabilidad o nuestra inocencia.

Sin embargo que pasa cuando es una disputa civil?  Mire usted.  El derecho a un jurado no es automático.  Uno tiene que pagar una cuota y pedir al juez que le traiga a un panel de personas para escoger, entre estas, a seis jurados.  En JP Court uno paga viente y cuatro dólares por el jurado.  En las cortes del condado y las cortes del distrito cuesta cuarenta dólares el pedir un jurado.  Acuérdese que en las cortes del condado el jurado esta también compuesto de seis personas y en las cortes de distrito los jurados estan compuestos de doce personas.

Ahora, en JP Court siempre conviene pagar los veinte y cuatro  dólares y pedir un jurado. Esto lo hace uno para neutralizar al juez y no permitirle que se cargue más al lado de uno o al lado del contrario.  Porque digo esto aquí?  Porque hay que acordarse de que los Jueces de Paz, la mayoría, no son abogados.  Entonces tienden a no apegarse a la ley.  La mayoría de las veces inyectan sus preferencias personales y se cargan de un lado o del otro.

También como las cortes de Juez de Paz no levanta acta de lo que se ventila en corte (no hay un record o algo por escrito de lo que se manejo dentro en corte), entonces muchas veces los jueces actúan prepotentes porque no hay pruebas de su comportamiento.  Como no hay un acta, una grabación, nada por escrito de lo que transcurrió en corte, estos se sienten soñados como pavo real y hacen de las suyas. 

Recientemente me toco promover un asunto cercas de la ciudad de Harlingen en una de estas cortes.  Gracias a dios que habíamos pagado la cuota por un jurado y que no deje al juez decidir el asunto.  Inmediatamente salio a relucir la amistad del juez con el abogado del contrario. Para comenzar, el juez tenia en frente de el un escrito de nuestra oficina donde claramente se le indicaba que – de acuerdo con la ley en Texas – el asunto no debía proceder en su corte y que debía de ser mandado a un arbitraje o con un conciliador de acuerdo al contrato firmado por ambas partes.

Al juez le importo dos cacahuates.  El dijo que le importaba un pepino lo que dijera la Corte Suprema de Texas respecto a la validez de cláusulas de arbitraje y que debíamos de proceder a juicio.  Se comenzo el juicio, en frente del jurado, y se ventilaron las pruebas de ambos lados.  Ya para cerrar el abogado del contrario le pidió al juez permiso para presentar pruebas sobre honorarios de abogados y los gastos incurridos por el cliente para traer el caso a corte.

Al terminar el abogado contrario de ventilar estas pruebas, yo le pedí al juez que me diera mi turno para ventilar lo que mi cliente también había gastado en gastos de corte y gastos de abogado. De esta manera dejar que el jurado decidiera si el ganador también tenía derecho de recuperar sus gastos de corte y gastos de abogado.

El juez dijo, rotundamente, que no.  Que yo no tenía derecho de presentar tales pruebas. Unicamente el abogado contrario.  Claramente se vio ahí que el juez favorecía a uno y no al otro. Esto es lo que llamamos una cancha de juego desnivelada.  Para tener una cancha de juego nivelada (level playing field) entonces hay que siempre acordarnos de pedir un jurado y quitarle autoridad al juez de tomar ciertas decisiones en nuestro caso.

En mi caso, el jurado hizo lo correcto y exonero a mi cliente de lo que lo acusaban los demandantes.  Pero estoy seguro que si el juez hubiera decidido el caso – por su obvia amistad con el contrario – mi cliente hubiera salido apaleado y con ojos morados.

Carlos H. Cisneros es Abogado en Brownsville, Texas y maneja asuntos criminales federales y estatales, así como asuntos civiles por accidentes o muerte a raíz de la negligencia de terceros o como resultado de productos defectuosos.  El contribuye esta columna como un servicio a la comunidad hispana.  Aparte, tiene licencia para litigar en los tribunales de todo Texas, tribunales federales (Distrito Sur), cortes de apelación.  Preguntas, Sugerencias Y Citas en el 1002 E. Taylor, Brownsville, o Tel. 956.504.2260, Email: carloscisneroslawyer@hotmail.com

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