EFE.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este lunes, en la apertura de la cumbre de líderes del G20, en Río de Janeiro, que es imprescindible acabar con el hambre para llegar a un mundo en paz.
El líder progresista dibujó un panorama sombrío ante los jefes de Estado y de gobierno de las economías más potentes del planeta, entre ellos Joe Biden (Estados Unidos) y Xi Jinping (China).
También denunció que las brechas sociales han aumentado tras la pandemia de la Covid-19, que ha dejado unos 15 millones de muertos y un mundo con 733 millones de personas hambrientas, según datos de la FAO.
“Es como si las poblaciones de Brasil, México, Alemania, Reino Unido, Sudáfrica y Canadá sumadas estuvieran pasando hambre”, alertó.
En este contexto, consideró inaceptable que, con ese panorama, se dediquen billones de dólares a gastos militares y llamó a los líderes mundiales presentes en la sala a acabar con el hambre, una “lacra que avergüenza la humanidad”.
“El hambre y la pobreza no son resultado de la escasez o de fenómenos naturales”, sino que son fruto de “decisiones políticas que perpetúan la exclusión de gran parte de la humanidad”, manifestó Lula, quien en su infancia supo lo que es el hambre en la agreste región nordeste de Brasil.
Lula dio su discurso instantes después del lanzamiento de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, una iniciativa del propio gobernante brasileño que nace con 147 miembros fundadores, entre ellos todos los miembros del G20, a excepción de Argentina.
Los líderes del G20 se reúnen entre este lunes y martes en el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro para discutir cómo erradicar el hambre, reformar los organismos internacionales e impulsar la transición energética.
.