El gobernador Greg Abbott estima que los incendios forestales en Texas han destruido hasta 500 estructuras.



AP.

Los incendios forestales podrían haber destruido hasta 500 estructuras en la franja norte de Texas, dijo el viernes el gobernador Greg Abbott, y describió cómo el mayor incendio en la historia del estado acabó con todo a su paso.

El incendio Smokehouse Creek, que comenzó el lunes, ha quemado unos 4 mil 400 kilómetros cuadrados, provocado la muerte de al menos dos personas, y dejado un paisaje calcinado de pradera carbonizada, ganado muerto y casas consumidas por el fuego. Aún se investiga la causa, aunque los fuertes vientos, el pasto seco y un clima cálido que no corresponde a la temporada lo alimentaron.

“Cuando vemos los daños que se han producido aquí, simplemente ha desaparecido, ha desaparecido completamente, no ha quedado nada salvo cenizas en la tierra”, dijo Abbott en una conferencia de prensa en Borger, Texas, y añadió que en una evaluación preliminar se encontró que entre 400 y 500 estructuras habían quedado destruidas.

Abbott elogió la que denominó una heroica respuesta de los intrépidos bomberos.

“Habría sido mucho peor y mucho más dañino, no sólo para las propiedades, sino para las personas, de no haber sido por esos bomberos”, manifestó.

El pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional para el fin de semana advierte sobre fuertes vientos, humedad relativamente baja y condiciones secas que plantean una “amenaza significativa” para la propagación de incendios en partes de Texas, Oklahoma, Kansas y Nuevo México.

“Todo el mundo tiene que entender que enfrentamos enormes riesgos de posibles incendios este fin de semana”, dijo Abbott. “Nadie puede bajar la guardia. Todos deben permanecer muy atentos”.

En la dañada localidad de Stinnett, con una población de unas mil 600 personas, las familias que evacuaron debido al incendio Smokehouse Creek regresaron el jueves y encontraron escenas devastadoras: Letreros derretidos y bastidores calcinados de autos y camiones. Casas reducidas a un montón de cenizas y escombros. Una bandera estadounidense colocada afuera de una casa destruida.

El incendio de Smokehouse Creek ha cruzado hasta Oklahoma, y el Servicio Forestal A&M de Texas dijo el viernes que se ha fusionado con otro incendio y está controlado en un 5%, una ligera mejoría con respecto al 3% del jueves.

Esta semana se confirmó la muerte de dos mujeres a causa del fuego. Sin embargo, debido a que las llamas aún amenazan una amplia área, las autoridades no han efectuado una búsqueda exhaustiva de víctimas ni han contado las casas y otras estructuras dañadas o destruidas.

El presidente Joe Biden, que estuvo el jueves en Texas para visitar la frontera con México, dijo que instruyó a los funcionarios federales a hacer todo lo posible para ayudar a las comunidades afectadas por los incendios, incluido el envío de bomberos y equipo. La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias ha garantizado que a Texas y Oklahoma se les reembolsarán los costos de emergencia, señaló el mandatario.

“Cuando ocurren desastres, de donde yo vengo, no hay estados republicanos o demócratas”, declaró Biden. “Sólo comunidades y familias que buscan ayuda”.

Abbott ha emitido una declaración de desastre para 60 condados.

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