La Opinión.
Afortunadamente este miércoles se dio a conocer que el exjugador profesional Pedro Pablo Perlaza había sido liberado después de cuatro días de secuestro junto con su amigo Juan Carlos Morales, en sucesos que acontecieron el pasado domingo en la provincia de Esmeraldas, Ecuador.
Lo anterior fue dado a conocer por la policía nacional a través de un comunicado de prensa que aseguró que ambas personas fueron entregadas a sus familias en el comando de Esmeraldas y ofrecerán declaraciones a los medios de comunicación.
El citado futbolista, según declaraciones del gobernador de Esmeraldas, Javier Buitrón, aseguró que la intención de los secuestradores, en primera instancia de las pesquisas, era solicitar un rescate de $80,000 dólares.
“Al momento la Policía se encuentra en territorio buscando a los responsables de este secuestro”, dijo Buitrón, quien confirmó que el secuestro fue en Esmeraldas y que luego fueron trasladados a Atacames.
En más detalles, las autoridades precisaron que las investigaciones de la Policía han arrojado que la desaparición de Perlaza no ocurrió en el centro de la ciudad, sino en la localidad de Atacames, perteneciente a la misma provincia y situada en la costa norte de Ecuador, fronteriza con Colombia.
“Las investigaciones de la Policía dicen que fue invitado a comer en Atacames y después de ahí no se sabe absolutamente nada”.
Perlaza, de 33 años, en su antecedente futbolístico más reciente jugó para el Delfín, después de que se había coronado en la Liga Pro ecuatoriana en 2019, como también formó parte de la Liga de Quito en 2021, en el Aucas un año más tarde, así como en el Independiente del Valle y en el Barcelona en 2023, pero sin el brillo que le permitió ser convocado a la selección de su país en 2022.
La desaparición del jugador puso en evidencia el clima de violencia que afecta a Ecuador y que lo colocaron en 2023 como el país con el más alto índice de crímenes que en términos porcentuales llega a un 47.2 por cada 100,000 habitantes.
Lo tuvieron maniatado en las montañas
En otros detalles dados a conocer por las autoridades, el comandante de la policía de Esmeralda destacó que Perlaza y Morales estaban maniatados cuando fueron encontrados, dentro de una casa de madera en una zona montañosa.
Inclusive que para su localización, se utilizaron drones, lo que ayudó a los agentes a tener bien estudiado el terreno antes de la intervención, pero aun así los agentes de la policía tuvieron que repeler una agresión con armas de fuego, pero los delincuentes, pero terminaron huyendo del sitio y no se reportaron detenidos.
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