Nuevamente el ámbito político de la ciudad de Brownsville vuelve a ser el protagonista de lo que se ha convertido en un circo para exhibir a funcionarios locales, y seguir manchando así la ya muy deteriorada imagen de esta comunidad fronteriza, que no ha podido enfrentar un progreso destacado en varias décadas.
Su origen en esta ocasión son las conversaciones privadas del comisionado General A, Cesar De Leon, que fueron filtradas las redes sociales en donde arremete con palabras altisonantes contra dos fiscales de color y por lo que ya ha pedido disculpa, a la vez que declara que dichas grabaciones fueron filtradas y editadas por el ex-jefe de bomberos , Carlos Elizondo, quien a penas a inicio de septiembre fue removido por el gerente municipal como titular de los apagafuegos, bajo presión de algunos comisionados.
Hasta este punto pareciera una riña por poder, pero lo lamentable es que la imagen de la ciudad de Brownsville es la que vuela a lo alto por este tipo de acontecimientos, pues el tema a llegado a los medios nacionales, gracias a la publicidad que ha recibido el tema y la constante promoción que hacen ciudadanos en las redes sociales de esta localidad.
Los comisionados de Brownsville, (a quienes también De Leon menciona en sus comentarios ofensivos), se han mantenido al margen del tema con declaraciones tenues, y el alcalde Antonio “Tony” Martinez ha enviado un comunicado de prensa diciendo: “La ciudad de Brownsville es una comunidad incluyente que da la bienvenida y valora la diversidad en sus ciudadanos y visitantes. Las opiniones expresadas en las grabaciones no representan las creencias o políticas de esta ciudad”.
Otra reacción es que medios locales manejan que residentes solicitan la renuncia de ambos funcionarios, Cesar De Leon como regidor municipal y de Carlos Elizondo como actual sindico del Distrito Escolar.
La fiscalía, desde un inicio reacciono ante las grabaciones infiltradas, el procurador Luis Saenz efectuo declaraciones al respecto publicadas en este mismo medio, (09-20-17), pero lo único real hasta el momento es que en Brownsville sigue existiendo una política sucia, pues tanto peca el que hace la acción como el que lo juzga y el problema es que es cuento de nunca acabar.
La única esperanza que algunos ciudadanos mantienen es que este negativo suceso sea el detonador para que muchas otras acciones sucias de líderes políticos salgan a la luz para que Brownsville reciba una limpia en su sistema y vea por fin esa luz con oficiales que le permita su merecido crecimiento, como una comunidad con verdaderas ventajas que no han sido explotadas para su justo desarrollo y crecimiento.