Vientos ligeros y chubascos dispersos ayudaron la madrugada del jueves a reducir un enorme incendio forestal que generó desalojos al norte de Los Ángeles, y los bomberos esperan controlar el fuego antes que las temperaturas aumenten durante el día.
Una enorme columna de humo era visible a lo largo de gran parte del sur de California luego que el incendio se desató la tarde del miércoles en una densa zona forestal.
Las llamas se extendieron en cuestión de horas en cumbres arboladas, incluyendo algunas zonas que no habían ardido desde 1968, de acuerdo con autoridades de bomberos. Para la mañana del jueves, el fuego había arrasado cerca de 42 kilómetros cuadrados (16,5 millas cuadradas) de árboles y matorrales. No hubo contención del incendio.
Aproximadamente 100 casas rurales tuvieron que ser desalojadas en el área de Lake Hughes del Bosque Nacional Ángeles, a unos 97 kilómetros (60 miles millas) al norte del centro de Los Ángeles.
Las evaluaciones preliminares de los daños revelaron que las llamas consumieron al menos tres estructuras, si bien se desconoce de momento si eran viviendas.
El fuego estaba siendo avivado por maleza reseca en terrenos escarpados, pero su ferocidad el miércoles se asemejó a la de los incendios propagados por los fuertes vientos que suelen surgir en Santa Ana más tarde durante el año.
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