El expresidente ecuatoriano Abdalá Bucaram fue detenido el miércoles en su domicilio durante un allanamiento ordenado por la Fiscalía que investiga supuestos hechos de corrupción cometidos durante la pandemia de coronavirus
Durante la aprehensión del exmandatario, de 68 años, se encontraron en su casa una pistola y balas para las cuales no tenía permiso, además de unas 5.000 máscaras, 2.000 pruebas y otros productos muy escasos en la emergencia sanitaria que vive este país.
Ese organismo de control investiga unos 45 casos de corrupción relacionados con compras de insumos médicos con escandalosos sobreprecios durante la emergencia sanitaria por la pandemia del COVID-19, por ejemplo el pago de 150 dólares por fundas de cadáveres que se cotizaban en 15 dólares.
La Fiscalía informó que tras el allanamiento “en su domicilio en Guayaquil por presunto peculado en contrato por insumos médicos al Hospital del Seguro, el expresidente Abdalá B. (Bucaram) fue detenido al encontrarse en su poder un arma de fuego, sin que presente justificativo de posesión”.
Un equipo anti corrupción creado esta semana por la Fiscalía realizó 37 allanamientos en Quito y la ciudad portuaria de Guayaquil y en otras ciudades, entre otros a la vivienda de Bucaram y de Carlos Luis Morales, el gobernador de Guayas, cuya capital es Guayaquil, además detuvo a otras 15 personas.
La fiscalía confirmó más tarde en Twitter la detención de Morales para fines investigativos y publicó una foto del momento en que era trasladado en un vehículo a las instalaciones de la policía judicial.
El presidente Lenín Moreno dijo en esa misma red social que “la labor de la Fiscalía cuenta con nuestro respaldo. La única manera de vencer a la corrupción es combatirla todos juntos”.
El hijo del expresidente, que lleva el mismo nombre, señaló en Twitter que “sin la presencia de nadie en mi domicilio, la policía irrumpe en mi hogar sin denuncia ni delito alguno. Esto es un atropello sin precedentes. Lenín ¿qué garantías hay al debido proceso? Esto es un abuso”.
El vicepresidente Otto Sonnenholzner, afirmó en Twitter “enriquecerse con la tragedia y a costa de los más necesitados no solo es un acto ilegal, sino detestable. ¡Cero tolerancia a la corrupción, que caiga todo el peso de la ley sobre quienes en vez de servir, se llenaron los bolsillos con el dolor ajeno!”.
Bucaram, que gobernó poco más de seis meses entre 1996 y 1997, fue derrocado por movimientos sociales que lo acusaban de una generalizada corrupción durante su mandato (1996-1997).
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