CON ACUERDO BIPARTIDISTA SENADO APRUEBA PLAN DE INFRAESTRUCTURA DE BIDEN.



AP Y Tabola.

El Senado aprobó este martes un plan de infraestructura bipartidista de 1 billón de dólares gracias a una coalición de demócratas y republicanos, con el que impulsan la primera fase de la agenda de reconstrucción del presidente, Joe Biden. El proyecto de ley ahora pasará a la Cámara de Representantes.

Tras este trámite, el Senado comenzará inmediatamente a votar sobre el próximo paquete de Biden, el plan social de 3.5 billones de dólares que incluye una vía a la ciudadanía para millones de migrantes, educación gratuita para niños de 3 y 4 años y cobertura dental y óptica en Medicare, entre otras medidas. El debate sobre ellas probablemente se extenderá hasta el otoño.

El líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, dijo el lunes que una vez que la Cámara de Representantes apruebe el paquete de infraestructura bipartidista esta semana, “actuarán de inmediato” para aprobar una resolución presupuestaria que permitirá a su partido elaborar un proyecto de ley sobre el plan social más amplio.

Los demócratas están utilizando el proceso de reconciliación presupuestaria para aprobar el paquete con una mayoría simple de votos en el Senado, eludiendo el filibusterismo, una táctica de objeción parlamentaria que ha derivado en la necesidad de obtener 60 votos para pasar algunas leyes en el Senado. Unos 70 senadores parecen dispuestos a aprobar el paquete bipartidista.

Un número considerable de grupos empresariales, agrícolas y laborales respaldan la legislación, que propone casi 550,000 millones de dólares en nuevos gastos: remodelaciones profundas y nuevas construcciones de carreteras, puentes, Internet de banda ancha, tuberías de agua y otros sistemas de obras públicas que las ciudades y los estados a menudo no pueden pagar por sí mismos.

“Ha sido un proceso diferente”, afirmó Rob Portman, senador por Ohio y principal negociador republicano del grupo de 10 senadores que redactaron el paquete.

Portman, director de presupuesto durante el Gobierno del expresidente George W. Bush entre 2001 y 2009, explicó que durante años se ha hablado de estas inversiones, pero nunca se concretan. “Lo haremos bien para el pueblo estadounidense”, afirmó.

La principal negociadora demócrata, la senadora Kyrsten Sinema, dijo que estaba tratando de seguir el ejemplo de su colega fallecido John McCain de Arizona para “llegar a acuerdos bipartidistas que intenten unir al país”.

Aún así, no todos los senadores están de acuerdo. A pesar del impulso, la acción se detuvo durante el fin de semana cuando el senador Bill Hagerty, republicano por Tennessee y aliado del expresidente Donald Trump, se negó a acelerar el proceso.

Otros senadores republicanos se opusieron al tamaño, alcance y financiamiento del paquete, particularmente preocupados después de que la Oficina de Presupuesto del Congreso avisó que este agregaría 256,000 millones al déficit en esta década.

Los senadores republicanos Jerry Moran, por Kansas, y Todd Young, por Indiana, habían sido parte de las negociaciones iniciales para dar forma al paquete, pero finalmente anunciaron que no podían apoyarlo.

En lugar de presionar a los legisladores, el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, por Kentucky, se ha mantenido detrás de bastidores durante gran parte de las negociaciones. Ha emitido sus propios votos en repetidas ocasiones para permitir que el proyecto de ley avance, al cual calificó como un compromiso.

Trump llamó el domingo a Hagerty, quien fue su embajador en Japón. El senador abogó por tomar más tiempo para el debate y las enmiendas, en parte porque quiere frenar el camino hacia la segunda fase del programa de reconstrucción de Biden, el proyecto de ley de 3.5 billones de dólares al que los republicanos se oponen tajantemente.

A diferencia de esta legislación, que se pagaría con subir los impuestos a las corporaciones y los más ricos, el paquete bipartidista se financiará reutilizando otro dinero y con otros recortes de gastos y flujos de ingresos.

Los senadores pasaron la semana pasada procesando casi dos docenas de enmiendas al paquete de 2,700 páginas, pero hasta ahora ninguna ha cambiado sustancialmente.

Se espera que la Cámara de Representantes considere ambos paquetes de infraestructura de Biden cuando regrese del receso en septiembre.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ha dicho que los dos proyectos de ley se considerarán juntos, pero un grupo bipartidista de legisladores centristas le instó el lunes a sacar adelante rápidamente el plan más pequeño, lo que generó preocupaciones sobre el proyecto de ley más grande, en una señal de las complicadas negociaciones políticas que se avecinan.

“Esta inversión única en un siglo merece su propia consideración”, escribieron los demócratas Josh Gottheimer, representante por Nueva Jersey, Jared Golden, por Maine, y otros legisladores, en una carta obtenida por la agencia de noticias The Associated Press. “No podemos permitirnos retrasos innecesarios”.

.