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La audiencia para analizar si podrán permanecer o deberán quitarse las boyas colocadas por el gobierno de Texas en el río Bravo inició la mañana de este martes en el Tribunal de Austin.
El gobierno de Estados Unidos demandó al gobernador de Texas, Greg Abbott, y su administración por la colocación de esta barrera en el río que se encuentra en la frontera con México.
El recurso se presentó a finales de julio, señala que la barrera obstruye la capacidad de navegación del río Grande y se colocó sin una autorización oficial.
El juez David Ezra preside la audiencia que inició a las 09:00 horas de este martes sobre el asunto 23-CV-00853, en donde se señala la obstrucción de aguas navegables.
Este lunes, el gobierno de Texas movió la barrera de boyas hacia territorio estadounidense en el río Grande, previo a la audiencia.
La medida cautelar solicitada por Estados Unidos considera que Texas tendría 10 días para quitar las boyas colocadas en río Grande, cerca de Eagle Pass.
Entre las pruebas sobre este asunto presentadas desde julio se encuentran fotografías tomadas durante la instalación de las boyas, declaraciones de funcionarios de la Patrulla Fronteriza y cartas del gobernador Greg Abbott.
Entre los documentos destaca la declaración de Mario Gómez, quien se identificó como gerente de operación de la oficina de campo de la presa Amistad para Estados Unidos, de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (USIBWC, en inglés).
Gómez dijo que el 12 de junio acudió a una reunión con el Departamento de Seguridad de Texas en donde se indicó que las boyas colocadas en el condado de Maverick eran una prueba para esta medida que se planea expandir por al menos otras dos ubicaciones.