La campaña presidencial de Kamala Harris dijo que el FBI le notificó el mes pasado que era “objetivo de una operación de influencia de un actor extranjero”, señaló el martes un funcionario de su equipo.
“Contamos con sólidas medidas de ciberseguridad y no tenemos conocimiento de ninguna violación de seguridad de nuestros sistemas como resultado de esos esfuerzos”, afirmó el funcionario, que agregó que la campaña sigue en contacto con las autoridades.
El FBI (Buró Federal de Investigaciones), que no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios, dijo el lunes que estaba investigando después de que la campaña presidencial del rival republicano de Harris, Donald Trump, dijera que fue hackeada.
La campaña de Trump culpó a Irán y apuntó a un informe del viernes de investigadores de Microsoft que indicaba que hackers informáticos vinculados al gobierno iraní intentaron entrar en la cuenta de un “funcionario de alto rango” de una campaña presidencial en junio.
El gobierno iraní ha negado haber hackeado la campaña de Trump.
Por lo menos tres medios de comunicación recibieron material confidencial filtrado de la campaña de Donald Trump, incluyendo su reporte para aceptar a JD Vance como compañero de fórmula, pero hasta el momento los tres se han negado a publicarlo.
En lugar de ello, Politico, The New York Times y The Washington Post han escrito sobre un potencial hackeo de la campaña y han descrito el material que recibieron en términos amplios.
Sus decisiones marcan un agudo contraste con la campaña de 2016, cuando un hackeo ruso expuso correos electrónicos del jefe de campaña de Hillary Clinton, John Podesta.
El sitio web Wikileaks publicó varios de los embarazosos mensajes, y las organizaciones noticiosas los cubrieron ávidamente.
Con información de Reuters y AP.
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