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El piloto mexicano Sergio Pérez terminó en la octava posición del Gran Premio de Emilia-Romagna, en una carrera que fue ganada una vez más por su coequipero Max Verstappen.
Checo arrancó desde el sitio 11 y su equipo apostó por una estrategia en la que le sacara el máximo rendimiento a sus llantas y fue hasta la vuelta 38 en la que paró en pits cuando estaba octavo, lo que provocó que a esas alturas prácticamente iniciara de nuevo una remontada.
Con más de medio Gran Premio recorrido, el tapatío tuvo pocas posibilidades para buscar una mejor posición, pagando la condena de no clasificar a la última ronda de clasificación el sábado y de una errónea estrategia este domingo.
El final de la Emilia-Romagna cobró emoción porque el británico Lando Norris (McLaren) ejerció gran presión sobre Verstappen para tratar de arrancarle la primera posición, pero finalmente el campeón del mundo se quedó con la victoria.
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