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Sergio Pérez se convirtió el domingo pasado en el piloto mexicano más ganador de la historia. Con su victoria en el Gran Premio de Mónaco, rompió el empate que tenía con el legendario Pedro Rodríguez, que consiguió dos triunfos en Fórmula Uno.
No es solo a partir de esta estadística que Checo ya ocupa un lugar entre los deportistas mexicanos que han destacado a nivel mundial en sus distintas disciplinas, pues lo respalda una carrera de más de 10 años en la máxima categoría del automovilismo; sin embargo, sí es una realidad que vive su mejor momento y todo apunta a que todavía algo más grande está por venir, pues firmó una extensión de contrato hasta 2024 con Red Bull Racing.
Sergio Pérez está logrando desde hace algún tiempo lo que sucedió con otros atletas mexicanos en distintas épocas: unir a la afición en torno a ellos, pues sus triunfos, más allá de equipos, colores, camisetas y hasta disciplinas, adquieren un sentido de pertenencia, ya que es un paisano o una paisana quien está en la cima del mundo destacando.
Pasó con Hugo Sánchez en su momento en el Real Madrid; no se diga con Fernando Valenzuela y la llamada ‘Fernandomanía’ con los Dodgers; qué decir del gran campeón mexicano Julio César Chávez, que paralizaba al país en cada uno de sus combates; o Ana Guevara, que en menos de 50 segundos hacía vibrar a millones cuando corría en mundiales de atletismo o Juegos Olímpicos; y desde luego Lorena Ochoa, en un deporte como el golf que se veía hasta lejano para el grueso de los espectadores y ella fue capaz de acercarlo al ser la número uno del mundo.
Hoy Checo ya se sienta en esa misma mesa de los inmortales del deporte nacional. Mónaco fue su graduación y ratificó lo que se ha cansado de repetir desde que comenzó la Temporada 2022 de la Fórmula Uno: “quiero ser campeón del mundo”. Pocos le creían o lo tomaron en serio, y hoy nadie puede descartarlo al ubicarse en tercer lugar del Mundial de Pilotos, muy cerca de Charles Leclerc (Ferrari) y de su coequipero Max Verstappen.
La presencia de Sergio Pérez en la Fórmula Uno y su protagonismo son buenas noticias para el automovilismo nacional, y para todo para el deporte en México. Hoy, un tapatío es inspiración y orgullo; hoy, muchos niños y muchas niñas, como pasó en otras épocas con los y las distintas atletas referidas líneas arriba, juegan a ser Checo Pérez, y eso lo logran muy pocos.
El piloto mexicano Sergio Pérez no pudo contener el llanto mientras estaba en el podio y sonó el Himno Nacional Mexicano, luego de ganar el Gran Premio de Mónaco en una espectacular carrera.
Checo cerraba los ojos constantemente visiblemente emocionado, hasta que no pudo más y se le salieron algunas lágrimas de felicidad tras conseguir su primera victoria de la Temporada de Fórmula Uno.
El tapatío arrancó en la tercera posición, pero fue persistente y cerebral con el apoyo de su escudería, Red Bull Racing, para colocarse en la punta, y tras la suspensión de la carrera por el accidente de Mick Schumacher, se mantuvo como líder aguantando la presión del español Carlos Sainz, de Ferrari.
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