EFE.
El calor ha aumentado en la frontera sur. Las condiciones ambientales son un riesgo mortal para los migrantes que intentan cruzar ilegalmente hacia Estados Unidos. Así lo informó la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Desde el 1 de octubre de 2020, los agentes de la Patrulla Fronteriza asignados al Sector Del Río, en Texas, han recuperado los cuerpos de 24 migrantes que murieron a causa del calor. De igual forma rescataron a 770 migrantes que tenían dificultades por las altas temperaturas.
Asimismo, la CBP indicó que el Sector Del Río tiene en operación diferentes balizas de rescate con el objetivo de salvar las vidas de los migrantes.
“Cada baliza está equipada con una caja de señalización que se activa al presionar un gran botón rojo. Las instrucciones se muestran en inglés y español e incluyen una guía gráfica para quienes no pueden leer o escribir”, indicó CBP.
Además, las llamadas de rescate son coordinadas por medio de despachadores del número de emergencias 911 en los condados.
“Para evitar muerte o daños por deshidratación grave, una persona que camina a través del terreno en el calor del verano debe consumir no menos de dos galones de agua al día. La persona promedio no puede llevar agua suficiente para evitar una deshidratación potencialmente moral a lo largo de varios días a la intemperie”, agregó.
El pasado 9 de junio, un migrante murió debido al aumento del calor en la zona del sur de Laredo, Texas, sitio donde había ingresado a Estados Unidos.
El migrante recibió los primeros auxilios en el lugar. Después lo trasladaron a un hospital local, donde lo declararon muerto. Sin embargo, la CBP no identificó al migrante ni reveló su identidad.
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