WILMINGTON, Delaware, EE.UU.
La presentación física de la boleta demócrata no tuvo comparación en los anales políticos recientes. El coronavirus evitó que Biden y Harris debutaran ante la enorme multitud de simpatizantes que suele recibir al aspirante a la Casa Blanca y a su compañero o compañera de fórmula. En su lugar, hablaron dentro del gimnasio prácticamente vacío de una escuela secundaria, donde casi había más reporteros que asesores de campaña y familiares de los candidatos.
Aunque la pandemia imposibilitó una presentación tradicional, dio a Biden y Harris un escenario único para redoblar sus críticas a Trump como un mandatario incapaz de controlar la peor crisis de salud pública en un siglo. Harris fue particularmente incisiva en su condena al gobierno.
“El caso contra Donald Trump y Mike Pence está cerrado”, dijo Harris. “El virus ha tenido un impacto en casi todos los países. Pero existe un motivo por el que ha golpeado a Estados Unidos con más fuerza que a cualquier otra nación desarrollada. Es porque Trump no lo tomó en serio desde el principio”.
“Esto es lo que sucede cuando elegimos a una persona que no está capacitada para el trabajo”, añadió.
Harris es la primera mujer negra en la boleta presidencial de un partido mayoritario, y ella y Biden destacaron el significado histórico.
“Esta mañana, en todo el país, las niñas despertaron, en especial las negras e hispanas que a menudo se sienten ignoradas y subestimadas en sus comunidades. Pero hoy, hoy, solo tal vez, se ven a sí mismas por primera vez de forma distinta”, declaró Biden.
Harris, quien también tiene ascendencia sudasiática, destacó a las “mujeres heroicas y ambiciosas que estuvieron antes de mí, cuyo sacrificio, determinación y fortaleza hicieron posible mi presencia hoy aquí”.
Por su parte, Trump ha tenido problemas para lanzar un mensaje coherente sobre la fórmula Biden-Harris, describiendo a los demócratas como una dupla demasiado liberal para el país pero no lo suficientemente progresista para la base de su partido. Trump ha recurrido a críticas racistas y sexistas, refiriéndose a Harris como “repugnante” y tuiteando que la “mujer de familia suburbana votará por mí” para mantener los vecindarios seguros.
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