Biden llega a Corea del Sur con temores crecientes sobre una posible prueba nuclear o de misiles de Corea del Norte.



CNN.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegó este viernes a Corea del Sur con la misión de reafirmar una alianza clave en un momento incierto en el este de Asia.

A pesar de que la guerra en Ucrania mantiene preocupado a Washington –y ocupó la primera mitad del día de Biden antes de partir hacia Asia– las provocaciones de Corea del Norte se han intensificado y China continúa mostrando su poder económico y militar.

Biden quiere mostrar a sus principales socios en la región que puede concentrarse tanto en el este como en el oeste, y que Estados Unidos tiene recursos para ayudar a defender la democracia y la soberanía en todo el mundo.

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Los riesgos se han incrementado aún más por la amenaza de una prueba nuclear o de misiles de Corea del Norte. La perspectiva se cierne sobre la parada de Biden en Seúl, donde planeaba promocionar la asociación económica y los lazos de seguridad junto con el presidente recién elegido del país.

El presidente Joe Biden hace un gesto mientras aborda el Air Force One para un viaje a Corea del Sur y Japón el 19 de mayo de 2022, en la Base de la Fuerza Aérea Andrews, Maryland.

Posible prueba de misiles de Corea del Norte

La inteligencia de EE. UU. evalúa que Corea del Norte puede estar preparándose ahora para cargar combustible a un misil balístico intercontinental, una de las etapas finales clave en la preparación para un lanzamiento de prueba, según un funcionario estadounidense familiarizado con la información más reciente. Una posible carga de combustible de un misil significaría que Corea del Norte podría realizar un lanzamiento de prueba mientras Biden está en Corea del Sur. Una vez que se carga de combustible un misil, el lanzamiento generalmente se produce rápidamente debido al riesgo de dejar un misil lleno de miles de libras de combustible en un lanzador.

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Biden y sus ayudantes han preparado contingencias en caso de que Pyongyang lance un misil de largo alcance o realice una séptima prueba nuclear subterránea, como advirtieron funcionarios estadounidenses. Los funcionarios estadounidenses han informado a sus aliados sobre las diversas posibilidades. Y si se lleva a cabo una prueba, Biden y su homólogo de Corea del Sur han hecho planes sobre cómo demostrarían juntos una muestra de determinación.

“Sabemos lo que haremos para responderles. Nos hemos comunicado no solo con nuestros aliados, sino también con China. Y esto podría hacer que Estados Unidos realmente aumente su fortaleza en términos de defender a nuestros aliados y provocar ajustes en la manera en que nuestro ejército está posicionado en la región”, dijo el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan a los periodistas a bordo del Air Force One mientras Biden se dirigía a Asia.

Tal escenario solo subrayaría la grave amenaza que Corea del Norte sigue representando para la región, incluso cuando la atención del mundo, y de Biden, se ha dirigido en los últimos meses hacia la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

El viaje de Biden

Biden partió hacia Asia el jueves al mediodía después de reunirse con los líderes de Finlandia y Suecia en la Casa Blanca para discutir sus solicitudes de emergencia para unirse a la OTAN, un reflejo de cómo la crisis ha consumido gran parte de su agenda. El largo viaje transpacífico, el más largo de la presidencia de Biden hasta el momento, incluyó una parada para repostar en Alaska.

Es la primera vez que Biden va a Asia desde que asumió el cargo hace un año y medio. El covid-19 y otras crisis foráneas lo han mantenido alejado hasta ahora, pero los problemas latentes del expansionismo chino y las posturas de Corea del Norte siguen siendo las principales preocupaciones de su administración.

El primer compromiso de Biden al llegar será un recorrido por una fábrica de semiconductores de Samsung, donde saludará los fuertes lazos comerciales y económicos entre EE. UU. y Corea del Sur, particularmente en tecnologías avanzadas. La administración de Biden ha trabajado en los últimos meses para aliviar la escasez de semiconductores que ha afectado a la manufactura estadounidense, incluidos automóviles y camiones, en parte porque los envíos de algunos componentes fabricados en China se estancaron debido al cierre de fábricas. Biden ha priorizado separar la industria estadounidense de los inconvenientes de la cadena de suministro china, tanto a través de la producción nacional como del abastecimiento de piezas clave fuera de China.

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En la agenda

Más adelante en su viaje, Biden planea revelar un nuevo plan económico del Indo-Pacífico que detalla sus ambiciones comerciales en la región. Se enfrenta a un profundo escepticismo después de que su predecesor retirara a Estados Unidos de la Asociación Transpacífica, un enorme pacto comercial negociado en la administración de Obama. Los líderes se cuestionan qué tan duradero puede ser el plan de Biden si Trump u otro republicano asume el cargo en 2025.

Biden visitará Japón después de una escala de tres días en Seúl. Los funcionarios dijeron que su objetivo era enfatizar que la guerra en Ucrania solo había fortalecido la posición estadounidense en Asia al demostrar la fuerza de las alianzas estadounidenses.

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“El presidente Biden ha unido al mundo libre en defensa de Ucrania y en oposición a la agresión rusa. Sigue enfocado en garantizar que nuestros esfuerzos en esas misiones tengan éxito. Pero también tiene la intención de aprovechar este momento, este momento crucial, para afirmar un liderazgo estadounidense audaz y confiado en otra región vital del mundo: el Indo-Pacífico”, dijo Sullivan el miércoles.

Aún así, la posibilidad de una prueba provocativa de Corea del Norte durante el viaje de Biden era una señal de que los esfuerzos de su administración para involucrar a Pyongyang en la diplomacia hasta ahora han dado poco resultado. Los asesores de Biden han intentado sin éxito reiniciar las conversaciones con el Norte, y prácticamente no han recibido respuesta a su alcance.

No irá a la DMZ

Al mismo tiempo, la Casa Blanca ha descartado casi totalmente unas conversaciones directas entre Biden y Kim Jong Un, el dictador del país, quien se reunió con el predecesor de Biden tres veces, incluso en el lado norcoreano de la Zona Desmilitarizada (conocida como DMZ).

Biden no visitará la DMZ en su viaje, a diferencia de varios de sus predecesores recientes. Los asesores de la Casa Blanca dijeron que creían que era más importante que el presidente visitara a las tropas estadounidenses estacionadas en Corea del Sur durante su visita.

Pero se esperaba que discutiera la situación de Corea del Norte cuando se reúna para conversaciones bilaterales el sábado con el nuevo presidente de Corea del Sur, Yoon Seok-youl, incluidos nuevos pasos para disuadir el nivel sin precedentes de provocaciones.

Yoon, un exfiscal que nunca antes había ocupado un cargo electivo, hizo campaña como un firme partidario de la alianza con EE. UU. y ha señalado su intención de expandir los compromisos de política exterior de Corea del Sur más allá de solo tratar con el Norte. Esas son buenas noticias para Biden, quien busca fortalecer alianzas en Asia mientras intenta contrarrestar las ambiciones económicas y territoriales de China.

Esa ha sido una faceta central de su política exterior, pero ha sido oscurecida un poco por la guerra de Ucrania. En Corea del Sur, los funcionarios de la administración ven a un nuevo líder ansioso por cooperar con Washington en una variedad de temas y una economía avanzada que podría suplantar la dependencia actual de Estados Unidos de China para ciertas tecnologías críticas.

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