El presidente, Joe Biden, aseguró este martes en el primer discurso de su mandato ante la Asamblea General de Naciones Unidas que el mundo se encuentra ante “un punto de inflexión histórico”, puesto que, en su opinión, esta década “determinará nuestro futuro”, por lo que pidió unidad global para combatir la pandemia de coronavirus y la emergencia climática, entre otras amenazas.
“No importa cuán desafiantes o complejos sean los problemas a los que nos enfrentemos, el Gobierno por y para el pueblo sigue siendo la mejor manera de cumplir con todo nuestro pueblo”, declaró Biden, que insistió en que Estados Unidos y sus aliados occidentales seguirán siendo socios vitales.
“Nuestra seguridad, nuestra prosperidad y nuestras mismas libertades están interconectadas, en mi opinión, como nunca antes”, agregó, “elegiremos construir un futuro mejor. Nosotros, ustedes y yo, tenemos la voluntad y la capacidad de mejorarlo. No podemos permitirnos perder más tiempo”.
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Biden llegó a la cita con la intención de recuperar el liderazgo de Estados Unidos en la escena internacional, diezmado principalmente por el rumbo que tomó el Gobierno del expresidente Donald Trump y su retórica bélica.
Pero la caótica gestión de la retirada militar de Afganistán provocó un gran descontento entre sus aliados, principalmente los de la OTAN, que tuvieron que acelerar las operaciones para sacar del país a sus tropas y civiles allí desplegados.
Aunque el fin de la misión estadounidense en Afganistán terminó con la muerte de 13 militares en un atentado perpetrado a las puertas del aeropuerto de Kabul, Biden insistió ante la ONU en que su país ha cambiado de prioridades.
“Hemos puesto fin a 20 años de conflicto en Afganistán. Y mientras cerramos este período de guerra implacable, estamos abriendo una nueva era de diplomacia implacable para usar el poder de nuestra ayuda al desarrollo para invertir en nuevas formas de aupar a gente en todo el mundo”, declaró con voz solemne.
De hecho, Biden subrayó que es la primera vez que Estados Unidos no está implicado en ningún conflicto bélico, pero ante las crecientes tensiones con China y otros países hizo hincapié en que su Administración no quiere “una nueva Guerra Fría o un mundo dividido en bloques rígidos”.
La estrategia estadounidense se basa en volver a usar la diplomacia de antaño como mejor herramienta para liderar la escena internacional, abogando por la defensa de la democracia, un mundo desnuclearizado y la protección de las personas más vulnerables, como las mujeres y niñas afganas.
Aún así, Biden señaló que Estados Unidos seguirá protegiéndose de ataques terroristas, cibernéticos y cualquier otro tipo de agresión.
“No se equivoquen: Estados Unidos seguirá defendiéndose y también a sus aliados, incluido de las amenazas terroristas”, manifestó. “Hoy somos más fuertes ante amenazas terroristas”, afirmó.
En su discurso, Biden repitió que su solución al conflicto entre Israel y los palestinos es crear dos Estados y afirmó que espera convencer a Irán a que vuelva a la mesa de negociaciones para discutir el fin de su programa nuclear.
El presidente no mencionó en ningún momento la relación entre Estados Unidos y Francia, uno de sus aliados más antiguos, que pasa por un delicado momento a raíz de un pacto de seguridad alcanzado por Biden con Australia y el Reino Unido la semana pasada para fabricar submarinos de propulsión nuclear.
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