EFE.
El principal reto para la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, será reducir el déficit fiscal, que este año cerrará en casi 6%, señaló este jueves el economista jefe del banco BBVA en el país, Carlos Serrano.
“El reto para la administración que comienza va a ser importante y complicado porque este año 2024, según nos ha anunciado la Secretaría de Hacienda, vamos a tener el déficit fiscal más alto desde finales de los 80”, dijo en una conferencia de prensa.
Serrano indicó que, si bien los ingresos del gobierno mexicano aumentan, los gastos lo hacen en mayor medida, en especial por subsidios y transferencias por apoyos sociales.
Según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), entre enero y agosto, el déficit fiscal de México asciende a más de 897 mil 874 millones de pesos (46 mil 353.8 millones de dólares).
El economista principal del BBVA México consideró necesario reducir los niveles del déficit hasta un deseable 2%.
Por ello, manifestó necesario trazar una ruta al mediano plazo y, con ello, evitar riesgos como una reducción de la calificación soberana y concluir la administración, que apenas comenzó el martes, con una deuda de cerca del 60% respecto del producto interno bruto (PIB).
“Si no se logra una consolidación fiscal en el mediano plazo, en el que México tenga niveles de déficit más bajos, cercanos al 2%, lo que pensamos es que hacia final de la administración la deuda podría estar llegando a niveles cercanos al 60% respecto del PIB y ahí sí hay un riesgo importante de que se pueda perder el grado de inversión”, sostuvo.
Añadió que será crucial para el gobierno de Claudia Sheinbaum, que durará hasta 2030, “hacer una revisión al marco fiscal del país para aumentar la recaudación”.
“Creemos nosotros que la principal forma y la más eficiente de aumentar la recaudación sería disminuir la informalidad y combatiendo la evasión”, añadió.
También opinó que el actual gobierno mexicano debe evaluar un cambio en el modelo de negocios de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) para que “represente menos presiones a las finanzas públicas, de tal manera que se puedan tener déficits más bajos”.
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