MIAMI.
La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos advirtió el jueves que algunos países de Latinoamérica han cometido excesos a través de medidas de emergencia que han implementado para enfrentar la pandemia del nuevo coronavirus, afectando los derechos más básicos de la población.
“El Covid está impactando ya los derechos humanos de las personas”, aseguró Michelle Bachelet en una conferencia virtual sobre seguridad en el Hemisferio Occidental organizada por la Universidad Internacional de la Florida. “En algunos países hemos visto un abuso, por decirlo así, en un exceso”, expresó.
Sin identificar a ningún país por su nombre, la expresidenta de Chile dijo que en algunas de las naciones de la región se han incrementado por decreto las atribuciones presidenciales o se ha eliminado o limitado la libertad de movilidad para evitar aglomeraciones, como así también se ha limitado la libertad de expresión o la libertad de prensa.
En las últimas semanas, algunas organizaciones han señalado a El Salvador de abusos por detener a la gente que rompe con una cuarentena obligatoria y enviarlos por 30 días a una reclusión forzada en algunos inmuebles.
Bachelet remarcó asimismo que cuando la gente no cumple los toques de queda, las fuerzas de seguridad hacen “muchas veces” un uso excesivo de la fuerza. “Eso hemos visto que está pasando en algunos países” de Latinoamérica, aseguró la comisionada de derechos humanos.
La funcionaria destacó que si bien la región ya atravesaba por una situación económica y social delicada, se agravarán con el COVID-19 las desigualdades, la pobreza, el desempleo, la hambruna y la inseguridad alimentaria, entre otras cosas. Todo esto, dijo, podría tener como consecuencia un aumento de las protestas sociales, que están siendo reprimidas con fuerza.
La Comisión Económica Para América Latina y El Caribe, conocida como CEPAL, estima que en 2020 la región tendrá la peor contracción económica desde 1930, con una caída en el Producto Interno Bruto (PIB) del 5,3%: La desocupación, en tanto, podría ascender al 11,5%, lo que equivale a más de 11,5 millones de nuevos desempleados.
Según estimados de ese organismo, la pobreza alcanzaría a, 34,7% de la población latinoamericana (214,7 millones de personas) y la pobreza extrema al 13% (83,4 millones de personas).
Bachelet dijo que si los países y las instituciones internacionales no toman las medidas adecuadas para atender las necesidades de la población durante la pandemia, “la verdad es que el pronóstico no es bueno”.
Señaló que en 2019 “muchos” países de Latinoamérica violaron derechos humanos y civiles, y que su organización está especialmente preocupada por la situación en Venezuela, Nicaragua y Bolivia.
“Son países donde los espacios democráticos se han ido reduciendo por distintas razones”, manifestó Bachelet sobre los dos primeros.
Sin ahondar en la situación ni ofrecer ejemplos específicos, dijo que Venezuela está bajo escrutinio internacional desde hace años. Indicó asimismo que si bien la situación económica y la crisis humanitaria de la nación sudamericana existen ya desde hace años, se han ahondado con las sanciones impuestas por países como Estados Unidos, y la pandemia.
En el caso de Nicaragua, donde la oficina de los derechos humanos de la ONU no tiene presencia, Bachelet dijo que está preocupada porque aún hay más de 86 presos políticos. Explicó que monitorean la situación desde Panamá.
Sobre Bolivia dijo que existe una polarización política importante que obstaculiza acuerdos políticos después de la salida del poder de Evo Morales en noviembre de 2019. Desde su refugio en Buenos Aires, el expresidente, que renunció en medio de una violenta crisis derivada de unas elecciones en las que intentó reelegirse, ha denunciado persecución y hostigamiento del gobierno a la gente de su partido.
Días atrás Bachelet había expresado su preocupación por dos decretos del gobierno boliviano de la mandataria interina, Jeanine Áñez, en los que se restringe la libertad de expresión. El gobierno los justificó para evitar la propalación de información falsa que atente a la salud pública, pero luego, debido a los cuestionamientos internos y externos, derogó las disposiciones.
Otro de los países que mencionó en su discurso de cerca de una hora fue México. Allí, dijo, le preocupan los asesinatos de defensores de derechos humanos y de periodistas, al igual que en Colombia.
Sobre Brasil destacó la polarización política y el hecho de que algunos sectores han expresado su apoyo al regreso de los militares al poder, el cierre del Congreso, algo que calificó como “antidemocrático”.
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