En una decisión unánime de panel de tres jueces del Tribunal de Apelaciones del Distrito de Columbia se ordeno al gobierno de Donald Trump permita a una menor indocumentada abortar en Texas.
La extranjera tiene 17 años de edad y se encuentra recluida en un centro federal para migrantes en Brownsville, luego de entrar al país como indocumentada, tiene 15 semanas de gestación.
La corte dio hasta el 31 de octubre al Gobierno para que encuentre un tutor para la menor y que pueda así salir en libertad y practicar el aborto.
La adolescente, de 17 años ha sido identificada como “Jane Doe” para proteger su identidad, fue detenida el 7 de septiembre en la frontera entre México y Estados Unidos.
Un juez de Texas autorizó el aborto el 25 de septiembre, pero los funcionarios que administran el centro de detención donde está recluida se negaron a llevarla a un centro médico para obtener el procedimiento pese a tener una cita.
En la audiencia en el tribunal de apelaciones en Washington, el Gobierno estadounidense defendió que no está impidiendo a la menor abortar, un derecho que el Tribunal Supremo reconoció en 1973, pero que tampoco quiere “facilitarlo”.
La fiscal Catherine Dorsey argumentó que el Gobierno no vulnera los derechos de la menor porque le ofrece dos opciones: volver al país del que huyó para abortar ahí obtener la custodia de un tutor para que pueda salir del centro de detención.
Sin embargo el país de origen de la menor esta prohibido abortar.
La abogada de la menor, Brigitte Amiri, aseguró que varios tutores ya se han ofrecido para cuidar de la menor, pero que el Gobierno los ha rechazado, impidiendo así su acceso al aborto.
La ley de Texas no permite abortar luego de 20 semanas por lo que la mujer tiene el tiempo contado para hacerlo.
