Tabola.
El hombre más rico del mundo fue acusado por acoso sexual. El CEO de Space X y Tesla, Elon Musk, el mismo que coquetea con la compra de Twitter, lo niega; aunque una noticia publicada por el medio estadounidense Business Insider expuso el caso de una azafata que guardó silencio a cambio de 250.000 dólares.
Ese acuerdo de indemnización, incluida la declaración de una amiga de la supuesta víctima, reveló al detalle lo ocurrido sobre este incidente que tuvo lugar en 2016 en un avión corporativo de la empresa.
Según Insider, la azafata que trabajaba para la flota de aviones corporativos de SpaceX acusó a Musk de enseñarle su pene erecto, frotarle la pierna sin consentimiento y ofrecerle regalarle un caballo a cambio de un masaje erótico, según entrevistas y documentos obtenidos por dicha publicación.
Insider tuvo como fuente principal la declaración firmada de una amiga de la azafata elaborada en apoyo de su demanda y otros documentos, incluidos correos electrónicos y documentación.
Según la declaración, la azafata confió a su amiga que, tras aceptar el trabajo de azafata, la animaron a hacer un curso de masajista para atender a Musk. Fue durante uno de esos masajes en una cabina privada del Gulfstream G650ER de Musk, cundo se produjo el incidente.
La azafata le confesó a su amiga que Musk le pidió que fuera a su habitación en el avión durante un vuelo a Londres “para un masaje de cuerpo completo”.
Cuando llegó, la asistente encontró que Elon Musk “estaba completamente desnudo, excepto por una sábana que cubría la mitad inferior de su cuerpo”.
Durante el masaje, dice la declaración, el CEO de Tesla “expuso sus genitales” y luego “la tocó y se ofreció a comprarle un caballo si ella ‘hacía más’, refiriéndose a la realización de actos sexuales”.
Qué dijo Elon Musk sobre la denuncia de acoso sexual
El medio de comunicación se puso en contacto con Elon Musk para tener su versión de los polémicos hechos. El magnate pidió más tiempo y dijo que hay “mucho más en esta historia” a la que calificó de “políticamente motivada”.
Tras la difusión de la noticia, el magnate publicó el jueves en su perfil de Twitter: “Los ataques contra mí deben verse a través de una óptica política. Este es su (despreciable) manual estándar, pero nada me disuadirá de luchar por un buen futuro y por el derecho de ustedes a la libertad de expresión”.
Más tarde, el multimillonario fundador de SpaceX y de Tesla, añadió otro tuit en el que señaló: “Y, para que conste, esas descabelladas acusaciones son totalmente falsas”.
“Desafío a esta mentirosa que dice que su amiga me vio ‘descubierto’: diga una sóla cosa, cualquier cosa (cicatrices, tatuajes…) que no sea públicamente conocida”, dijo. “No podrá hacerlo, porque esto nunca ocurrió”, concluyó.
El empresario nacido en Sudáfrica – y que tiene nacionalidad sudafricana, estadounidense y canadiense- se acercó recientemente a los republicanos, tras un apoyo anterior a los demócratas.
“Ahora mira cómo están desplegando su campaña de trucos sucios contra mí”, añadió Musk, cuya fortuna se estima en más de 200.000 millones de dólares.
Por otro lado, la azafata no quiso hacer declaraciones al medio estadounidens Insider que difundií la noticia. A su amiga, en cambio, sí le dio más detalles. “Sacó su pene, estaba erecto. Y empezó a hacerle proposiciones, como tocarle el muslo y decirle que le compraría un caballo. Básicamente, trató de sobornarla para que le hiciera algún tipo de favor sexual”, contó.
Después de eso, remarcó, la azafata no sabía qué hacer. “Además, empezó a sentirse estresada y represaliada, castigada por no haberse prostituido”, según la declaración de su amiga.
Dos años después del hecho, tras convencerse de que su rechazo al acoso de Elon Musk tuvo incidencia en la falta de oportunidades en SpaceX, la azafata contrató a un abogado laboralista de California y envió una queja al departamento de recursos humanos de la empresa en la que detallaba lo ocurrido. La denuncia se resolvió rápidamente tras una mediación a la que Musk asistió en persona.
Finalmente, el caso nunca llegó a los tribunales. En noviembre de 2018, Elon Musk, SpaceX y la azafata firmaron un acuerdo de despido que concedía un pago de 250.000 dólares y el compromiso de no presentar una demanda y de no dar publicidad al asunto.
No obstante, una nueva ley prohibió poco después firmar ese tipo de acuerdos de confidencialidad en casos de acoso sexual, discriminación o agresión, a menos que fueran iniciativa del demandante.
Con información de agencias.
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