MINSK.
Las autoridades bielorrusas arrestaron el viernes a un dirigente de obreros fabriles en huelga para elevar la presión sobre la oposición en medio de protestas masivas contra los resultados oficiales de las elecciones que prolongaron el régimen del presidente autoritario Alexander Lukashenko, quien lleva 26 años en el poder.
Los investigadores también convocaron a tres destacados activistas opositores para interrogarlos como parte de una indagatoria criminal sobre la creación de un consejo coordinador con la intención de facilitar la transición del poder. Lukashenko advirtió que los dirigentes opositores podrían estar sujetos a procesos penales.
El ministro del Interior dijo que Yevgeny Bokhvalov, dirigente de la huelga en la enormes Planta Automotriz Minsk, estaba preso, pero no entró en detalles. La fábrica de camiones pesados está en huelga desde el lunes, junto con muchas otras plantas industriales en el país.
La huelga significa un duro reto para Lukashenko, de 65 años, ya que la base de apoyo de su régimen autoritario siempre han sido los trabajadores fabriles.
En un intento de poner fin a la huelga, el presidente advirtió que los huelguistas podrían ser despedidos y ordenó a la policía que proteja a los gerentes de fábricas de la presión opositora.
“Lo que más teme Lukashenko es la protesta fabril, por eso trata de amedrentar a los dirigentes y detener las huelgas”, dijo Serguei Dylevsky, líder del comité organizador del paro en la Fábrica de Tractores de Minsk.
Dylevsky, miembro del opositor Consejo de Coordinación creado días atrás para facilitar la transición del poder, fue convocado para un interrogatorio junto con otros dos miembros del consejo, el ex ministro de Cultura y embajador en Francia, Pavek Latushko, y el abogado Maxim Znak.
El consejo reclama nuevas elecciones organizadas por nuevas comisiones electorales, así como una investigación de la represión policial y compensación para las víctimas.
“Aunque nos arresten, esto no detendrá las protestas ni dará aspecto de legitimidad a Lukashenko”, dijo Dyslevsky.
Sviatlana Tsikhanouskaya, la principal rival de Lukashenko en las elecciones, que se fue a Lituania bajo presión de las autoridades, exhortó a los obreros a continuar la huelga en una declaración por video el viernes.
“El futuro de Bielorrusia, el futuro de nuestros hijos, depende de su unidad y firmeza”, dijo. “Obligaremos a las autoridades encerradas en sus palacios a escuchar nuestra voz”.
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