Texas podría estar en camino de flexibilizar sus estrictas leyes contra la posesión de marihuana, luego que el gobernador Greg Abbott señalara que está dispuesto a sustituir por una multa la actual pena de 180 días de cárcel por la posesión de menos de dos onzas.
“Una cosa que no quiero ver es que las cárceles estén repletas de personas que tienen en posesión pequeñas cantidades de marihuana”, dijo Abbott, quien buscará su reelección en los comicios del 6 de noviembre próximo.
Más de 60 mil personas fueron detenidas por poseer marihuana en 2016, según el reciente informe de delitos del Departamento de Seguridad Pública de Texas.
De acuerdo con los registros, cerca de cuatro mil 500 detenidos fueron menores de edad y unos 45 mil más tenían entre 17 y 24 años.
La legislatura de Texas, de mayoría republicana, se ha resistido por años a los esfuerzos de despenalizar la posesión de pequeñas cantidades de marihuana, aunque recientes encuestas han mostrado que más de la mitad de los residentes de la entidad estarían a favor de hacerlo.
La postura de Abbott sobre la despenalización de la marihuana podría estar cambiando conforme lo va haciendo la opinión pública. Más de la mitad de los texanos apoya la reducción de las penas por poseer la droga, según una encuesta reciente de la Universidad de Texas en Austin y el portal noticioso Texas Tribune.
Hasta ahora, Abbott se había opuesto al relajamiento de las leyes estatales de marihuana.
En 2015, cuando promulgó la primera ley que autorizaba un programa limitado de marihuana medicinal, que permite el uso de la droga -con muy bajos niveles del ingrediente activo THC- para tratar serias formas de epilepsia, el gobernador destacó su oposición a cualquier legalización más amplia con fines médicos o en permitir su uso recreativo Actualmente en Texas, las personas detenidas con menos de dos onzas (unos 56 gramos) de marihuana pueden enfrentar hasta 180 días en la cárcel y una multa de dos mil dólares.
Abbott dijo que está dispuesto a hablar con la Legislatura sobre la eliminación de la pena de cárcel y la reducción de la multa a un delito menor de clase C, que se castiga con una multa de 500 dólares y sin pena de cárcel.
La aplicación de la ley para poseer pequeñas cantidades de marihuana varía ampliamente en todo el estado.
Los pequeños condados rurales representaron las tasas más altas de arresto por posesión de drogas en Texas, según un informe de 2016 de la organización Human Rights Watch y la Unión de Libertades Civiles de América.
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