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Un avión de Alaska Airlines perdió una ventana y una parte de su fuselaje poco después de haber despegado a más de 4 kilómetros sobre Oregon, creando un enorme agujero que succionó la ropa de un niño y obligó a los pilotos a realizar un aterrizaje de emergencia cuando sus 174 pasajeros y seis miembros de la tripulación se ponían máscaras de oxígeno.
Nadie resultó herido de gravedad al momento en que el avión despresurizado regresó a salvo el viernes por la noche al Aeropuerto Internacional de Portland unos 20 minutos después que había despegado, pero la aerolínea mantuvo en tierra firme sus 65 aviones Boeing 737-9 Max hasta que sean revisados. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte anunció el sábado que también abrirá una investigación al respecto.
El pasajero Evan Smith dijo que un niño y su madre estaban sentados en la fila en que estalló la ventanilla y la camisa del niño fue succionada y salió volando del avión.
“Escuchamos un fuerte ruido en la parte trasera izquierda. Un silbido y todas las máscaras de oxígeno se desplegaron al instante y todo el mundo se las puso”, comentó Smith a la televisora KATU.
El director general de Alaska Airlines, Ben Minicucci, dijo que la revisión de la flotilla de aviones 737-9 de la compañía podría tomar algunos días. Representan una quinta parte de los 314 aviones de la empresa. No estaba claro el sábado cuáles serán las afectaciones para el calendario de vuelos de la compañía.
“Estamos trabajando con Boeing y con los reguladores para comprender qué ha ocurrido esta noche, y compartiremos información actualizada a medida que dispongamos de ella”, dijo Minicucci. “Mi corazón está con todos los que iban en este vuelo: siento mucho lo que han vivido”.
El Puerto de Portland, que opera el aeropuerto, dijo a KPTV que el Departamento de Bomberos trató heridas leves en la escena. Una persona fue trasladada para recibir más tratamiento, pero no resultó herida de gravedad.
El vuelo 1282 había despegado de Portland el viernes a las 5:07 de la tarde para emprender un viaje de dos horas de duración con destino a Ontario, California. Unos seis minutos después, el avión perdió una ventana y parte del fuselaje cuando se encontraba a 4.8 kilómetros de altura. Uno de los pilotos declaró una emergencia, y pidió autorización para descender a 3 kilómetros, la altura donde el aire tiene suficiente oxígeno para poder respirar de manera segura.
“Necesitamos regresar a Portland”, dijo la piloto a los controladores en un tono de voz tranquilo que mantuvo durante el aterrizaje de emergencia.
Videos publicados en internet por pasajeros mostraban un hoyo donde solía haber una ventana y los pasajeros portando las mascarillas de oxígeno. Aplaudieron cuando el avión aterrizó de forma segura unos 13 minutos después que la ventana salió volando. Los bomberos subieron a la aeronave, pidiendo a los pasajeros que permanecieran en sus asientos mientras atendían a los que habían sufrido heridas.
El avión en cuestión salió de la cadena de montaje y recibió su certificación hace apenas dos meses, según los registros en internet de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA por sus siglas en inglés). El avión había realizado 145 vuelos desde su entrada en servicio comercial el 11 de noviembre, según FlightRadar24, otro servicio de seguimiento. El vuelo de Portland era el tercero del día.
El avión Max es la versión más nueva del venerado 737 de Boeing, un avión bimotor de un pasillo que a menudo es utilizado para los vuelos nacionales de Estados Unidos. El avión comenzó a funcionar en mayo de 2017.
Dos jets Max 8 se estrellaron en 2018 y 2019, matando a 346 personas y llevando a una inmovilización mundial de casi dos años de todos los aviones Max 8 y Max 9. Los aviones volvieron al servicio solo después de que Boeing hiciera cambios en un sistema de control de vuelo automatizado implicado en los accidentes.
El año pasado, la FAA pidió a los pilotos que limitaran el uso de un sistema antihielo en el Max en condiciones secas por temor a que las entradas alrededor de los motores pudieran sobrecalentarse y desprenderse, posiblemente golpeando el avión.
Las entregas de Max se han interrumpido en ocasiones para corregir defectos de fabricación. En diciembre, la empresa pidió a las compañías aéreas que inspeccionaran los aviones para detectar un posible tornillo suelto en el sistema de control del timón.
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