EFE.
Agricultores y autoridades de la frontera de México con Guatemala advierten que la migración motivada por la violencia y la sequía en el sur ha provocado una reducción en los últimos dos años de jornaleros en los cultivos de café y caña.
Ismael Gómez Coronel, presidente de la Unión de Productores Independientes de Café, aseguró a EFE que “de la población rural de Tapachula y del Soconusco, ha migrado el 80% de la población”.
“A tal grado que nos hemos quedado sin mano de obra. No hay, principalmente, en las fincas cafetaleras que antes ocupaban jornaleros guatemaltecos. Había fincas que ocupan entre 3 mil y 4 mil (personas) por cosecha”, comentó el líder agrícola en una entrevista.
Gómez Coronel advirtió de que los productores enfrentan “una grave situación” porque los productores de café tienen que recolectar ahora de manera artesanal el grano, lo que influye en el incremento de precios, mientras los campesinos se van porque los sueldos no alcanzan.
“Hoy en día los guatemaltecos tienen que migrar a los Estados Unidos, el tipo de cambio no les conviene, el jornal es más barato aquí que allá, hay muchas situaciones, como los jornaleros mexicanos también migrando”, apuntó.
El azote de la violencia y la sequía.
El líder agrícola resaltó que en las regiones de la Sierra Madre de Chiapas, el clima de inseguridad y los conflictos de la delincuencia organizada han afectado la producción de café.
El fenómeno refleja la creciente disputa de grupos criminales en ese estado, donde apenas en febrero la violencia obligó a las iglesias cristianas a cerrar en al menos 10 municipios.
Mientras que, a finales de enero, el presidente Andrés Manuel López Obrador admitió que hay enfrentamientos del crimen organizado en las zonas arqueológicos de Bonampak y Yaxchilán, donde están algunas de las principales ruinas mayas.
Por otro lado, la crisis climática y la sequía provocaron que los caficultores de Chiapas, estado del sur de México con la mayor producción, perdieran del 25% el 30% de su cosecha en 2023, según expresó a EFE en enero Argelio Díaz Jiménez, presidente de la Cooperativa de Productores de Café (Coopcafé).
Las familias hacen su propia cosecha.
Jorge Aguilar Reyna, coordinador territorial del programa gubernamental Sembrando Vida en Tapachula, indicó a EFE que históricamente se contratan 50 mil trabajadores en la época de cosecha de la caña, café, soya y plátano.
Ahora, comentó, estiman entre unos 10 mil y 30 mil migrantes, por lo que, en el caso del café y la agricultura familiar, la propia familia y las comunidades cosechan.
“Históricamente, hay una relación muy fuerte y un acuerdo de México con Guatemala para permitir el cruce de jornaleros en temporada de cosechas, derivado de que somos el distrito número 8 en extensión (agrícola del país)”, comentó.
“Se tienen 300 mil hectáreas de sistemas y productos muy importantes y estratégicos como café, cacao, plátano, caña y soya, que requieren mano de obra agrícola y hay condiciones para que laboren”, agregó.
Sin embargo, citó que en los dos últimos años ha disminuido hasta en un 80% de jornaleros que se dedicaban al corte de caña y café, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Migración (INM).
Detalló que los jornaleros que llegan a trabajar a Tapachula suelen ser de Honduras, Guatemala y la parte alta de la Sierra de San Cristóbal de las Casas, Comitán y Motozintla, en Chiapas, que bajan unos meses y regresan a sus comunidades.