La Jornada.
Kiev. Ucrania acusó ayer a Rusia de lanzar misiles contra el puerto estratégico de Odesa, y de “incumplir sus promesas”, un día después de que sellaron un esperado acuerdo para reanudar las exportaciones de cereales por el mar Negro, bloqueadas por la guerra, mientras las autoridades rusas aseguraron ante Turquía, garante de la firma, no estar involucrados.
“El puerto de Odesa fue atacado específicamente cuando cargamentos de cereales estaban siendo procesados”, aseguró a la Afp el vocero militar ucranio, Yuriy Ignat, después de que dos misiles crucero Kalibr impactaron sobre la infraestructura portuaria y dos otros fueran derribados, lo que dejó varios heridos, informó el gobernador de la región, Maksym Marchenko.
Ignat detalló que los proyectiles fueron lanzados desde buques de guerra en el mar Negro, cerca de Crimea. Sin embargo, la emisora pública Suspilne citó al ejército ucranio que indicó que los misiles no habían causado daños significativos y el ministro de Infraestructuras, Oleksandr Kudravov, señaló que continuaban los preparativos para reanudar la exportación de grano.
El presidente ucranio, Volodymir Zelensky, acusó que “esto prueba que no importa lo que Rusia diga y prometa, siempre encuentra la forma” de no implementar los acuerdos.
Moscú no se ha pronunciado oficialmente sobre esta acusación, pero según el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, el Kremlin rechaza haber atacado el puerto.
“Los rusos nos dijeron que no tenían absolutamente nada que ver con el ataque y que estaban estudiando la cuestión muy de cerca”, aseguró Akar, cuyo gobierno mostró preocupación.
Ni las declaraciones del Ministerio de Defensa ruso ni el resumen militar de ayer mencionaron ningún ataque con misiles en Odesa.
El bombardeo se produjo menos de 24 horas después de que ambos países firmaran un importante acuerdo, por separado, con Turquía y la Organización de Naciones Unidas (ONU), en busca de aliviar la crisis de existencias de alimentos en el mundo.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ucranio, Oleg Nikolenko, afirmó que el presidente ruso Vladimir Putin “escupió en la cara del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y del presidente turco, Recep (Tayyip) Erdogan, que han hecho enormes esfuerzos para alcanzar este pacto”.
El funcionario aseguró, además, que Moscú deberá asumir “toda la responsabilidad” si fracasa el convenio de embarques de cereales y se profundiza “la crisis alimentaria mundial”.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó “inequívocamente” el bombardeo y enfatizó que “la plena aplicación (del convenio) por la Federación Rusa, Ucrania y Turquía es imperativa”.
El secretario de Estado estadunidense, Antony Blinken, declaró que Washington repudia enérgicamente el ataque y acusó que Rusia es responsable de agravar la crisis alimentaria mundial.
El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, tildó los hechos hostiles de “reprobables”, mientras la ministra de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, señaló que ese acto bélico era “completamente injustificado”.
En tanto, la Unión Africana y Japón celebraron la firma del acuerdo y esperan que se concrete.
El bloqueo de los puertos ucranios por parte de la flota rusa del mar Negro desde la invasión de Moscú el 24 de febrero ha atrapado decenas de millones de toneladas de cereales y ha dejado varados a muchos barcos. Esto ha empeorado los cuellos de botella de la cadena de suministro mundial y, junto con las sanciones occidentales a Rusia, ha avivado la inflación de los precios de la canasta básica y la energía.
Rusia y Ucrania son los principales proveedores mundiales de trigo, por lo que la escasez y carestía de bienes básicos ha llevado a unas 47 millones de personas a padecer “hambre aguda”, de acuerdo con ponderaciones del Programa Mundial de Alimentos.
El acuerdo restablecerá los envíos de semillas desde los tres puertos reabiertos a los niveles anteriores a la guerra, que eran de 5 millones de toneladas al mes, indicaron funcionarios de la ONU.
Ucrania ha minado las aguas cercanas a sus puertos como parte de su defensa de guerra, pero el convenio establece que los pilotos guiarán a los barcos por canales seguros.
En otros frentes de esta guerra, el ejército ruso disparó una ronda de misiles contra un aeródromo en el centro de Ucrania y mató a al menos tres personas, mientras las fuerzas ucranias lanzaron proyectiles sobre cruces de ríos en Jersón, región del sur ocupada por las tropas de Moscú.
Dos estadunidenses murieron en la región del Donbás, en el este de Ucrania, confirmó a la agencia Afp el Departamento de Estado, sin precisar si se trata de combatientes.
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