Activistas piden a la CIDH crear una comisión para investigar las masacres y desapariciones de migrantes en México.



EFE.

Diversas organizaciones en favor de los derechos humanos solicitaron este jueves a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) crear una comisión para investigar las masacres y desapariciones de migrantes en México.

Asociaciones como Derechos Humanos Integrales en Acción (DHIA), Asylum Access México (AAMX) o Apoyo a Migrantes Venezolanos presentaron su propuesta en una audiencia del 188 Periodo de Sesiones organizado por la CIDH en Washington.

En un contexto de flujo migratorio sin precedentes, organizaciones civiles mexicanas calculan que, en 2022, unas 900 personas murieron al intentar cruzar la frontera desde México hacia Estados Unidos y que 2.76 millones fueron detenidas al intentarlo.

Desde que Estados Unidos anunció nuevas medidas migratorias —como la deportación inmediata— se ha intensificado la presencia de migrantes en dicha frontera y las críticas al gobierno mexicano también han aumentado por aceptarlas y cooperar con Washington.

En este sentido, entre las propuestas expuestas en la sesión, se contempla establecer una mesa de diálogo con autoridades mexicanas para reformular la política migratoria del país, puesto que los representantes invitados consideran que dichas medidas “no pueden seguir siendo pensadas desde el gobierno de manera unilateral”.

“Estados Unidos y México hacen acuerdos bilaterales sobre políticas que están matando y que no frenan la migración, sino que aumentan el riesgo en su proceso”, aseguró una miembro del Instituto para las Mujeres en la Migración.

Además, los activistas apuestan por otra mesa que tenga el objetivo de reparar el daño de las víctimas migrantes, ya que “la impunidad y la incertidumbre sigue siendo absoluta” en muchos casos, sentenciaron desde un Comité de Familiares de Migrantes Desaparecidos.

La sesión también ha contado con la intervención de dos supervivientes del incendio ocurrido el pasado 27 de marzo en una estación del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, en el que murieron 40 detenidos en el centro y 28 resultaron heridos.

Uno de ellos garantizó que dicha estación parecía una cárcel “sin higiene ni ventilación” y que, cuando el incendio empezó, los guardias no hicieron caso a sus gritos de socorro y no abrieron las puertas.

Ante la exposición de los representantes de las víctimas y de los testimonios, la embajadora del Servicio Exterior Mexicano, Luz Elena Baños Rivas, en representación del Estado de México, enumeró acciones que el gobierno impulsó para ayudar a las víctimas de estos casos.

La funcionaria aseguró que la política migratoria del país se enmarca en “el respeto a los derechos humanos y en el principio pro persona” que reconoce su constitución

 

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