“El gobierno de (Joe) Biden no está preparado en lo absoluto para el número de menores que están llegando a través de esta frontera”, afirmó este miércoles el gobernador de Texas, Greg Abbott, ante la oleada de niños y adolescentes no acompañados que ha llegado a la frontera sur.
El incremento de niños sin compañía que cruzaron la frontera entre México y Estados Unidos provocó que funcionarios federales contactaran a Abbott, apurados por buscar alojamiento para niños no acompañados.
El gobernador indicó que se está adaptando un centro de convenciones en el centro de Dallas para albergar a hasta 3 mil adolescentes migrantes. También se están abriendo las puertas de más instalaciones para niños migrantes en Midland, donde Abbott declaró que no había garantías respecto al estado de las instalaciones.
Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional, rechazó las críticas republicanas a las políticas fronterizas de Biden, negándose a decir que el aumento en la llegada de niños migrantes a Estados Unidos sea una “crisis”.
El número de migrantes que intentan cruzar la frontera se encuentra en su nivel más elevado desde marzo de 2019, y Mayorkas dijo que se encamina a alcanzar su máximo en 20 años.
Abbott expresó su deseo para que el gobierno de Biden le otorgue autorización a la policía estatal para ingresar a instalaciones operadas a nivel federal en Texas, de forma que puedan entrevistar a los migrantes como parte de las labores para acabar con el tráfico de personas.
Varios vehículos del Servicio de Protección Federal estaban estacionados frente al centro de convenciones el miércoles por la tarde, y era posible ver a personas con chalecos que traían los logotipos de la Cruz Roja Estadounidense y de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) entrando y saliendo del edificio.
Las autoridades federales detuvieron a 9 mil 457 menores no acompañados en en febrero, casi el doble de la cifra de enero y la mayor cantidad desde mayo de 2019, cuando la cifra llegó a casi 12 mil durante el punto más álgido de una oleada de calor en el gobierno del expresidente Donald Trump.
El documento enviado al Concejo Municipal de Dallas señalaba que la FEMA y el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) serán “responsables de proporcionar manejo de albergues y contratos” para alimentos, seguridad, limpieza y atención médica en el centro de convenciones. Dallas le ofreció espacio al HHS durante un incremento en los cruces de niños inmigrantes en 2014.
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