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El gobierno de Trump permitirá la venta de gatillos de reinicio forzado, que hacen que los rifles semiautomáticos disparen más rápido, y el gobierno federal puso fin a una prohibición como parte de un acuerdo que también le exige devolver los dispositivos incautados.
El acuerdo anunciado el viernes por el Departamento de Justicia resuelve una serie de casos relacionados con el gatillo de repuesto que, según el gobierno, se consideraban ametralladoras según la ley federal. Este acuerdo supone un cambio drástico en la política de la Segunda Enmienda bajo la administración republicana, que ha indicado que podría derogar muchas de las regulaciones que la administración anterior del presidente demócrata Joe Biden luchó por mantener en vigor para frenar la violencia armada.
“Este Departamento de Justicia cree que la Segunda Enmienda no es un derecho de segunda clase”, dijo la Fiscal General Pam Bondi en una declaración.
Los defensores del control de armas dijeron que el acuerdo empeoraría la violencia armada.
“La administración Trump acaba de legalizar efectivamente las ametralladoras. Se perderán vidas debido a sus acciones”, dijo Vanessa González, vicepresidenta de asuntos gubernamentales y políticos de GIFFORDS, un grupo de control de armas.
Se han librado varias batallas legales sobre los gatillos de reinicio forzado, que reemplazan el gatillo típico de un rifle tipo AR-15. El gobierno ha argumentado durante años que son dispositivos de conversión de ametralladoras ilegales, ya que la presión constante de los dedos sobre los gatillos mantiene el rifle disparando prácticamente como un rifle automático.
El acuerdo anunciado el viernes se celebró entre el Departamento de Justicia y Rare Breed Triggers, anteriormente representada por David Warrington, actual asesor legal de Trump en la Casa Blanca. Rare Breed Triggers argumentó que la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) se equivocó en su clasificación e ignoró las exigencias de suspender la venta de los gatillos antes de ser demandada por la administración Biden.
“Esta victoria marca un hito en la lucha contra la extralimitación descontrolada del gobierno”, declaró Lawrence DeMonico, presidente del grupo. “La ATF y el Departamento de Justicia intentaron silenciarnos y enterrarnos, no porque infringiéramos la ley, sino porque me negué a doblegarme a la voluntad de una administración tiránica”.
Según el Departamento de Justicia, Rare Breed Triggers se ha comprometido a no desarrollar dichos dispositivos para su uso en pistolas. El acuerdo exige que la ATF devuelva los gatillos que haya incautado o que sus propietarios hayan entregado voluntariamente al gobierno.
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