Trump firma orden para comenzar el cierre del Departamento de Educación.

Para que estados se hagan responsables de los programas educativos, el presidente Trump firmó una orden para reducir al máximo el Departamento de Educación.



La Opinión.

El presidente Donald Trump firmó la orden ejecutiva para sustentar la reducción al máximo del Departamento de Educación, camino al cierre de tal institución.

“[Esto es para] comenzar a eliminar definitivamente el Departamento de Educación federal”, dijo Trump. “Más allá de estas necesidades básicas, mi administración tomará todas las medidas legales para cerrar el Departamento. Lo cerraremos y lo haremos lo antes posible. No nos está haciendo ningún bien. Queremos que nuestros estudiantes regresen a los estados”.

Sin embargo, el mandatario pareció dejar abierta la puerta a una decisión del Congreso, el paso necesario para dar por cerrado tal Departamento.

“Espero que voten a favor”, dijo en referencia de los demócratas. En el Senado se requieren 60 votos y los republicanos tienen solamente 53 votos.

Previamente, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, indicó que se mantendrían programas de ayuda a niños con discapacidad, así como el sistema de becas, algo que confirmó Trump, pero indicó que no sería bajo la misma estructura.

“Si nos fijamos en las Becas Pell, que se supone que son un programa muy bueno, el Título I, la financiación y los recursos para niños con discapacidades y necesidades especiales, se conservarán en su totalidad y se redistribuirán a otras agencias y departamentos que los cuidarán muy bien”, dijo Trump.

Leavitt argumentó también que, desde su fundación de la década de 1970s, en el Departamento de Educación se han gastado más de tres billones de dólares en lo que calificó “burocracia federal”.

“¿Cuál ha sido el retorno de esa inversión para el contribuyente estadounidense?”, cuestionó. “Niveles que distan mucho de ser ideales, deficientes. Los resultados de las pruebas de nuestros niños son increíblemente preocupantes en cuanto a las tasas de lectura, alfabetización, matemáticas y ciencias; las cifras lo demuestran, y el presidente finalmente está tomando medidas muy necesarias para que la educación vuelva a donde debe estar: a los educadores más cercanos a los estudiantes en sus aulas en sus respectivos estados”.

En el evento de la Casa Blanca estuvieron estudiantes, maestros, padres, educadores y algunos gobernadores.

“El Departamento de Educación será mucho más pequeño que hoy”, dijo Leavitt. “Como saben, la Orden Ejecutiva del Presidente ordenó a Linda McMahon minimizar considerablemente la agencia. En lo que respecta a los préstamos estudiantiles y las Becas Pell, estos seguirán siendo administrados por el Departamento de Educación. Sin embargo, no necesitamos gastar más de tres billones en las próximas décadas en un departamento que claramente está fracasando en su propósito inicial de educar a nuestros estudiantes”.

Críticas de demócratas.

Líderes demócratas en el Congreso, incluido el líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer (Nueva York), criticaron la decisión del presidente Trump.

“Intentar desmantelar el Departamento de Educación es una de las medidas más destructivas y devastadoras que Donald Trump ha tomado jamás”, expresó en un comunicado. “Esta horrible decisión de Donald Trump afectará a docentes, padres, líderes escolares y afectará la calidad de la educación que reciben nuestros niños”.

También el líder del Caucus Hispano del Congreso, Adriano Espaillat (Nueva York), expresó una crítica a la decisión del mandatario republicano.

“La orden ejecutiva de Donald Trump para desmantelar el Departamento de Educación no sólo ataca las escuelas primarias y secundarias y la educación superior, sino también los programas educativos, incluyendo las Becas Federales Pell y los programas de préstamos estudiantiles, que han ayudado a fortalecer nuestras comunidades y apoyar a las familias durante generaciones”, dijo Espaillat. “Desmantelar esta agencia federal pondrá en peligro la igualdad de acceso a una educación de calidad al aumentar las disparidades existentes y reducir la responsabilidad de apoyar a los estudiantes vulnerables, incluyendo a los jóvenes pertenecientes a minorías, las personas con discapacidad y los estudiantes del idioma inglés (ELL)”.

Tanto Schumer como Espaillat hicieron referencia a que las acciones de Trump se pueden desafiar en tribunales.

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