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El presidente Donald Trump defendió en su primer día completo en el cargo su decisión de indultar a personas condenadas por agredir a agentes de policía durante el ataque de 2021 al Capitolio y sugirió que podría haber un lugar en la política estadounidense para el grupo extremista Proud Boys, reviviendo rápidamente algunas de las controversias de su primer mandato.
Trump defendió el martes su decisión de utilizar sus primeras horas en el cargo para indultar a cientos de personas que participaron en la violencia en el asedio al Capitolio el 6 de enero de 2021, incluidos los exlíderes de Oath Keepers y Proud Boys, que fueron condenados por cargos de conspiración sediciosa pero liberados de prisión después de que Trump firmó su orden.
Cuando un periodista lo presionó sobre los Proud Boys y si había un lugar para ellos en la política, Trump dijo: “Bueno, tenemos que verlo. Se les ha concedido un indulto. Creo que sus sentencias fueron ridículas y excesivas”.
Trump habló con periodistas en la Casa Blanca donde destacó una inversión en infraestructura de inteligencia artificial y declaró: “Estamos de vuelta”.
“Creo que vamos a hacer cosas que sorprenderán a la gente”, dijo.
Trump hizo exactamente eso horas después de asumir la presidencia, otorgando un amplio indulto a las más de 1.500 personas acusadas en la insurrección que se desató después de que él se negó a aceptar su derrota en las elecciones presidenciales de 2020.
El presidente dijo el martes que pensaba que sus sentencias eran “ridículas y excesivas” y agregó: “Estas son personas que realmente aman a nuestro país, por eso pensamos que un indulto sería apropiado”.
Trump inició su primer día completo de regreso al cargo demostrando una de sus expresiones favoritas de poder: despedir gente.
El nuevo presidente publicó en su red social Truth el martes por la mañana que despediría a más de 1.000 designados presidenciales “que no están alineados con nuestra visión”, incluidos algunos nombres de alto perfil.
Trump despidió al chef y filántropo José Andrés del Consejo Presidencial de Deportes, Aptitud Física y Nutrición, al general retirado Mark Milley del Consejo Asesor de Infraestructura Nacional, al ex funcionario del Departamento de Estado Brian Hook de la junta directiva del Wilson Center y a la ex alcaldesa de Atlanta Keisha Lance Bottoms del Consejo de Exportación del Presidente.
“¡ESTÁS DESPEDIDO!”, dijo Trump en su publicación, su frase favorita de su reality show, “The Apprentice”.
Andrés y Bottoms refutaron la afirmación de Trump de que fueron despedidos y dijeron en publicaciones en las redes sociales que ya habían presentado sus renuncias.
El expresidente Joe Biden también destituyó a muchos designados por Trump en sus primeros días en el cargo, incluido el exsecretario de prensa Sean Spicer de la junta que supervisa la Academia Naval de Estados Unidos.
Tres importantes líderes empresariales —el director ejecutivo de SoftBank Group, Masayoshi Son, el director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, y el presidente de Oracle Corp., Larry Ellison— se unieron a Trump el martes por la tarde para anunciar la creación de una nueva empresa llamada Stargate, que invertiría hasta 500 mil millones de dólares durante los próximos cuatro años en infraestructura de inteligencia artificial, según la Casa Blanca.
Los planes iniciales para Stargate, cuya construcción está comenzando en Texas, se remontan a la época de Biden en el cargo. El medio de noticias tecnológicas The Information informó sobre el proyecto en marzo de 2024.
Trump también asistió a un servicio nacional de oración el martes por la mañana en la Catedral Nacional de Washington, una visita habitual para los nuevos presidentes y que concluyó cuatro días de eventos relacionados con la inauguración.
Una de las oradoras del servicio interreligioso, la reverenda Mariann Budde, obispa episcopal de Washington, utilizó su sermón para enviar un mensaje a Trump, instando a tener compasión por las personas LGBTQ+ y los trabajadores migrantes indocumentados.
“Ustedes han sentido la mano providencial de un Dios amoroso. En nombre de nuestro Dios, les pido que tengan piedad de la gente de nuestro país que ahora está asustada”, dijo Budde, quien ya ha criticado a Trump en el pasado.
Cuando un periodista le preguntó después qué pensaba del servicio, Trump dijo: “No fue muy emocionante. No pensé que fuera un buen servicio. Podrían hacerlo mucho mejor”.
Más tarde, el presidente se reunió con el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y el líder de la mayoría del Senado, John Thune, y otros legisladores republicanos. Fue la primera reunión formal de los equipos de liderazgo del Partido Republicano, entre ellos el líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, Steve Scalise, el líder del Senado, John Barrasso, y el nuevo presidente, para establecer prioridades para el uso del poder republicano en Washington.
A pesar de una ambiciosa agenda de 100 días, el Congreso liderado por los republicanos no está en la misma página sobre algunas ideas y estrategias mientras se apresuran a implementar recortes de impuestos para los ricos, deportaciones masivas y otros objetivos de Trump.
Trump utilizó las primeras horas de su presidencia el lunes para firmar una serie de órdenes ejecutivas y memorandos, moviéndose rápidamente para demostrar que su nuevo control del gobierno estadounidense sería un cambio radical respecto de su predecesor.
Indultó a cientos de personas por su papel en el ataque del 6 de enero al Capitolio, retiró a Estados Unidos de los acuerdos climáticos de París y de la Organización Mundial de la Salud, comenzó su ofensiva contra la inmigración declarando una emergencia nacional en la frontera entre Estados Unidos y México y buscó poner fin a la ciudadanía automática para cualquier persona nacida en Estados Unidos, lo que se espera que enfrente desafíos constitucionales.
También firmó una orden que pretende pausar la prohibición de TikTok durante 75 días para darle a su empresa matriz con sede en China más tiempo para encontrar un comprador aprobado.
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Los periodistas de Associated Press Will Weissert, Darlene Superville, Tiffany Stanley en Washington, Jill Colvin en Nueva York y Kate Brumback en Atlanta contribuyeron a este informe.
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