Donald Trump afectaría las ganancias de los fabricantes automotrices al imponer aranceles.

Un informe presentado por S&P Global revela que, al imponer aranceles, Donald Trump afectaría significativamente a los fabricantes automotrices estadounidenses.



La Opinión.

De acuerdo con un informe presentado por un informe de S&P Global, las ganancias de la industria automotriz estadounidense mermarían significativamente en caso de que el presidente electo Donald Trump cumpla su amenaza de imponer 25% aranceles a las importaciones de sus aliados México y Canadá.

Aunque el republicano de 78 años pretende fortalecer la economía a través de la imposición de aranceles a sus aliados comerciales, pero sobre todo a China, su propuesta haría que las ganancias de los fabricantes estadounidenses de automóviles y otros vehículos disminuyeran hasta 17%.

El punto de controversia surge a partir de que las armadoras estadounidenses en su proceso de ensamble de unidades automotrices requieren de piezas y productos fabricados en plantas que desde hace años operan en territorio mexicano, lo cual beneficia a ambas naciones con ganancias millonarias.

Sin embargo, los cálculos de S&P Global apuntan que, al establecer aranceles, los fabricantes estadounidenses verían afectados sus márgenes de ganancias y eso lo trasladarían al consumidor final e incluso con posibles afectaciones para las plantillas de trabajadores.

En el caso de los fabricantes de vehículos de alta gama como Volvo y Jaguar Land Rover, el informe prevé que enfrentarían un mayor riesgo de ver afectados sus ingresos, pues dependen de piezas confeccionadas en Europa y por lo tanto el impacto de los aranceles sería más alto.

Con respecto a General Motors y Stellantis, el impacto de la decisión adoptada por Trump sería inmediato, pues su proceso de ensamble está ligado directamente a la cadena de producción de piezas fabricadas tanto en Canadá como en México.

Bajo ese esquema sus ganancias anualmente mermarían hasta 20%, esto sin tomar en cuenta conceptos de intereses, impuestos, depreciación y amortización.

Desde su primera etapa al frente de la Casa Blanca, Donald Trump se ha inclinado por adoptar una política arancelaria para impulsar a la industria manufacturera estadounidense presionando a otras naciones para que ofrezcan condiciones comerciales más favorables.

No obstante, desde la pandemia de COVID, el sector automotriz a nivel global todavía no logra recuperarse y aunque ha mejorado sus ventas, la inestabilidad en la economía global continúa afectando sus márgenes de ganancias, por lo que un movimiento de Trump en el tablero estadounidense podría tener repercusiones mundiales.

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