La Opinión.
El retorno de Mike Tyson al ring tras más de 7,000 días de no hacerlo para una pelea oficial creó una enorme expectación mundial. Pero para cuando la pelea a 8 rounds contra Jake Paul llegó a su final, la sensación fue de decepción y hasta un poco de pena por el hombre de 58 años.
Los jueces anotaron la pelea 80-72, 79-73, 79-73 en favor de “El Gallo” Paul ante más de 72,000 espectadores en Arlington, Texas. Tyson, el hombre que hace décadas fue el más temido del boxeo, apenas logró conectar 18 golpes en el pleito según las estadísticas mostradas en la transmisión.
La función realizada en el estadio de los Dallas Cowboys y que fue transmitida en exclusiva por Netflix vía ‘streaming’ presentó muchos problemas técnicos para los usuarios, específicamente porque la imagen se congelaba constantemente.
A pesar de su pobre exhibición, lo cual era de esperarse ante un hombre 31 años más joven que él, Tyson dijo en el ring que a lo mejor podría pelear otra vez según la situación. Se le vio intención contra Paul, pero el cuerpo simplemente no le dio para ofrecer más.
La pasiva pelea contrastó con la brutal guerra de mujeres entre la boricua Amanda Serrano y la irlandesa Katie Taylor que fue la coestelar de la noche, con polémico triunfo por decisión en favor de Taylor.
Mike Tyson empezó rápido, pero muy pronto se apagó
Tyson salió con todo en el primer round, viendose siempre imponente y hasta rápido, pero Paul se dedicó a abrazar y luego conectó el mejor golpe del asalto, una derecha cruzada. Cabe mencionar que los rounds fueron de dos minutos según las reglas especiales acordadas para el evento.
En el segundo asalto la actividad bajó de nivel y lo más interesante fue que Tyson constantemente mordía la punta de su guante izquierdo, lo cual siguió sucediendo en otros asaltos Sus movimientos de cintura lucían exagerados, incuso sin que Paul estuviera lanzando golpes.
Y luego vino el tercer round. Tyson mostró ahí todos sus 58 años de edad en el ring. Paul lo conectó con algunos ganchos a la cabeza y la leyenda no tuvo una buena reacción; se veía aturdido y mal parado. Tras lo cual, su poca actividad en el cuarto round fue explicable, aunque también se protegió mejor.
No pasó mucho en los rounds 5 y 6, donde Tyson se vio sin mucha energía, mientras que Paul se dedicaba a administrar la situación, siempre peleando a la distancia para aprovechar su alcance y movilidad.
El final de la pelea fue triste y Paul le rindió honores a Tyson
Tyson no encontraba por dónde en la séptimo, cuando Paul conectó una buena combinación de derecha, izquierda y derecha casi al final. Y por último un round 8 en el que Paul dominó con facilidad ante un hombre sin nada más qué ofrecer y al que claramente no quiso lastimar más.
Jake Paul le hizo honores a Tyson con una caravana en los segundos finales de la pelea y al sonar la campana se abrazaron emotivamente.
Tras un show inicial de las porristas de los Cowboys y el himno nacional de Estados Unidos, Paul apareció en un auto convertible tipo clásico junto a su hermano Logan y con una canción identificada con Mike Tyson, sobre todo por una escena de la película The Hangover: “In The Air Tonight”, de Phil Collins.
Tyson, por su parte, salió a pie y caminando él solo desde el túnel y hasta el ring con una bata negra con la leyenda “LF Go”.
“Iron Mike” quería ir con todo. Pero a su edad eso era algo imposible.
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