Carlos Jesús González, el joven mexicano que murió combatiendo en Ucrania; “fue un niño con muchas fantasías y sueños”, dice su tía.

Al cumplir 21 años, decidió unirse al ejército en Ucrania, y cuando a su familia le dijeron que estaría incomunicado, sintió "un presentimiento".



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Cuando Carlos Jesús González cumplió 21 años el pasado 18 de abril, decidió que se uniría al ejército de Ucrania para ayudarlo a combatir a las fuerzas rusas, pero su sueño sólo duró unas semanas, pues murió en combate cuando fue alcanzado por un misil ruso.

Nacido en el municipio de Juventino Rosas, Guanajuato, González decidió enlistarse en la Guardia Nacional para ayudar a la gente de su comunidad, tomando un camino diferente a quienes se suman al cártel de Santa Rosa de Lima.

Sin embargo, al poco tiempo dijo que la Guardia Nacional no era para él, y con el pago que recibió como integrante de la institución, ahorró cada peso para irse a Ucrania.

“Él fue un niño con muchas fantasías, con muchos sueños, y nos comunica que él se va persiguiendo su sueño de servir y de ayudar en una guerra que, sinceramente, yo la veo perdida. Pero él quería estar del lado de Ucrania, porque él sentía que allí era donde él podía ayudar a niños, ayudar a personas, ayudar a familias”, dijo Judith Mendoza, tía de Carlos Jesús González.

A finales de junio, el guanajuatense viajó a España y ahí sus familiares le pidieron que se quedara, que ya no fuera a Ucrania. Pero nadie detuvo sus ideales y unos días después les comunicó que ya estaba en el país de Europa occidental y que se sentía muy feliz.

“Él nos dijo que se quería ir para ayudar a las personas, incluso en los últimos días se comunicó con su mamá para decirle que estaba ayudando a los viejitos y los niños que habían quedado huérfanos”, dijo su abuela Edith González.

Carlos recibió instrucción en la XVI Zona Militar con sede en el municipio de Sarabia y se enlistó en la Guardia Nacional, en la que sólo estuvo unos meses.

Sus familiares y amigos lo recuerdan como una persona muy alegre, feliz y deportista. Le gustaba el boxeo, y trabajaba en un estacionamiento del centro de Juventino Rosas.

Al llegar a Ucrania, recibió instrucciones por parte del ejército y desde hace un mes había entrado en combate.

“Sabemos que fue muy poco el tiempo de preparación en el que estuvo. A mí sí me sorprendió que tan rápido lo fueran a enviar, pero desconocemos tantas cosas en relación a cómo es realmente estar luchando, sobre todo en esos lugares”, comentó su tía Judith.

Mendoza comentó que cuando se enteraron que Carlos Jesús estaba en Ucrania y que iba a estar incomunicado, todos tenían “un presentimiento”.

“Y cuando supimos justo hace ocho días, el día jueves, pues nos ha dolido, pero a la vez yo también decía desde antes que él iba a cumplir la misión y su destino. Y él murió siendo feliz, teniendo fe en Dios, y yo siento que muy feliz porque dio su vida, a lo mejor para algunos inútilmente, porque ni esperanzas de poder decir que estuvo luchando, que allí se enfrentó con esto (un misil)”, dijo su tía Judith.

Los familiares esperan que sus restos sean repatriados para poder sepultarlo en su natal Juventino Rosas.

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