La Opinión.
Kyl Alton Hall, residente de Tennessee, podría purgar una condena de hasta 15 años de prisión después de haber amenazado con asesinar a Joe Biden, Kamala Harris y Barack Obama.
El 30 de julio, el Departamento de Policía de Southaven, Mississippi, arrestó y fichó al presunto responsable de haber publicado en internet mensajes donde amenazaba de muerte al actual presidente de la nación, a su vicepresidenta y también al exmandatario.
De acuerdo con las autoridades, el sujeto de 37 años publicó en su cuenta de X, plataforma anteriormente conocida como Twitter, una serie de mensajes donde advertía que iba a disparar para quitarles la vida a los políticos demócratas en cuestión e incluso amenazó con presuntamente estrellar el avión que utilizan para desplazarse durante sus giras de trabajo.
Por ello, Kyl Alton Hall fue acusado a nivel federal de dos cargos por amenazar a un presidente y vicepresidente en funciones, además de otro cargo por amenazar a un expresidente.
Las sanciones derivadas de estos delitos podrían costarle hasta cinco años de prisión por cada cargo en su contra en caso de no lograr demostrar su inocencia.
Cabe señalar que, desde el mes pasado, cuando un adolescente llamado Thomas Crooks se postró sobre el techo de un edificio y desde ahí jaló del gatillo de un rifle de largo alcance en ocho ocasiones con el objetivo de asesinar a Donald Trump, los dispositivos de seguridad diseñados por las autoridades para velar por la integridad de los políticos se han incrementado.
De manera permanente, los expertos en informática que trabajan en el Servicio Secreto ahora rastrean cualquier mensaje con tintes amenazantes para verificar que no vayan a derivar en un incidente como el ocurrido el 13 de julio en Butler, Pensilvania, donde además de haber resultado herido el expresidente de la nación, un civil murió asesinado, mientras que otro más también fue alcanzado por una bala.
Dicha acción, provocó la renuncia de Kimberly Cheatle, primera mujer en dirigir el Servicio Secreto.
Diversos analistas políticos coinciden en señalar que, conforme se acerquen las elecciones presidenciales, aumentará la tensión en el país y podrían surgir algunos incidentes.
Por ello, las autoridades redoblan el monitoreo preventivo para detectar cualquier cosa que les resulte sospechosa con el objetivo de hacerle frente lo más pronto posible.
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